Hasta ahora he aprendido
>Las ONGs no sirven para nada porque solamente ponen una bandita sobre un problema más profundo, no resuelven de manera fundamental el problema de la región
>Israel está cometiendo literal genocidio y a nadie le importa
>Los medios locales son bastante críticos respecto al gobierno, mientras que en el extranjero se acobardan a la hora de condenar al gobierno Israelita
Eso me recuerda a la introducción a Rebelión en la Granja que leí hace unos años, explica que si bien en Inglaterra habría libertad de expresión la mayoría de literatos y comentaristas políticos evitaban ser críticos con la Unión Soviética y otros regímenes comunistas, en otras palabras, a pesar de vivir en libertad de expresión se censuraban a si mismos por miedo a ser controversiales
>Todo el problema de Israel se basa en buscar una solución salomónica donde una solución salomónica es imposible
Por querer satisfacer a todos al final no satisfaces a nadie y solo tensiones adicionales acaban siendo creadas que empeoran incluso más la situación.
Y creo que algo se le olvida a la mayoría de personas y es que el conflicto árabe-israelí es un conflicto político primero y un conflicto religioso después, la religión solo es un extra que empeora las cosas. Tal como Delisle comenta, esa gente estuvo conviviendo tranquila durante siglos hasta la anexión de Palestina por parte de Inglaterra. Y ahora estamos en una situación en la que una paz a largo plazo solo es posible con el exterminio de una de las partes.
En cuanto al cómic en si, el dibujo es bastante aburrido; supongo que el diálogo sencillo y las ilustraciones claras de seguir permiten entender bien los vectores del conflicto, en contraste con, por ejemplo, el documental ultra sionistas donde con tantos insultos, bombas y violencia es verdaderamente difícil comprender o sacar algo útil del mismo. Pero que sea autobiográfico no significa que deba ser aburrido; Maus tiene también un dibujo sencillo, pero no desperdicia el formato del cómic, hay paneles sumamente brillantes en la que usa muy bien el formato, como el episodio de los ahorcados o cuando Vladek habla sobre sus familiares muertos. También el contraste entre lo mundano de los tiempos modernos con lo absolutamente doloroso de la historia de supervivencia de Vladek hace de su lectura bastante cautivadora, cosa que no puedo decir lo mismo de este cómic.
No sé, me sucede lo mismo que con Persépolis, siento que el dibujo está más por obligación para cumplir con que "es un cómic" en lugar de verdaderamente sacarle provecho al formato.