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<sɐɟlɐƃ ʎɹolɐɯ (Explorando. Hora 16)
HP: 95/95
Energía: 16/50
Hambre: 11/20 - Sed 1/20
-Fuerza: 7+10 Cuchillo militar viejo
-Agilidad: 7
-Resistencia: 4
-Suerte: 3
Inventario:
-Bolsillos 3/4
Dado-truco
Celular (Sin batería. Carga 0/8)
Sándwich de Tom (Incompleto. 3/20)
<Jorge Vega (Explorando. Hora 15)
HP: 98/98
Energía: 32/49
Hambre: 13/20 - Sed 0/20
Fuerza: 1
Agilidad: 11
Resistencia:1
Suerte: 5
Inventario:
-Bolsillos 4/4
Pistola 9mm (Con seguro. 0/7)
Dado-truco
Sandwich de pan (Completo. 10/10)
Guante negro del ladrón (+2 suerte. Cargado)
Nivel 3
Cruzan la puerta y recorren las escaleras hacia ese misterioso lugar que se extiende debajo. Con cada nuevo paso la elevación de la temperatura es más constante y notoria. Pero no hay de otra, decidieron entre los dos descender.
...
Nivel 2
Las voces resuenan en las lejanias, pero de primeras no encuentran a las personas que las originan. En vez delante de ustedes se extiende un largo túnel de hormigón gris oscuro, con tuberías gruesas y tuberías delgadas recorriendo un costado como venas de un organismo. De algunos de estos tubos se resbala una sustancia oscura y viscosa, como grasas de coches o alquitrán. De otras gotea agua a punto de ebullición. Y de otros vapor caliente que a veces brota entre las lineas de la plomería. A ʎɹolɐɯ casi le pega en el rostro uno de esos soplidos ardientes, pero se aparta a tiempo. Continúan explorando y encuentran muchas puertas en los laterales del túnel, la mayoría cerradas, y las que no llevan a habitaciones vacías, van a cuartos con maquinaria de poleas, tubos y engranajes, trabajando y conectadas con las tuberías del resto del nivel.
Más que un refugio, lo que más desean ahora es agua, y con urgencia porque no falta mucho para que se empiecen a morir de sed. El calor del túnel combinado con el largo tiempo transcurrido, les empieza a pasar factura. Sudan como cerdos, Jorge parece que se hubiera dado una ducha con la ropa puesta. Lo peor es que por el camino donde van, todo parece más caliente, como si fueran directo a un horno en su máxima capacidad.
¡VAPOR!
Pero no todo es malo. Entre el sonido de la maquinaria encendida, oyen de nuevo las voces de personas. Están lo bastante cerca para entender lo que dicen.
¡CARBÓN!
Siguen caminando, y captan un ritmo en esas exclamaciones estridentes.
[Expand Post]
¡AGUA!
Por un momento es como si las voces estuvieran cantando.
¡FUEGO!
Y clamando al cielo, o al infierno https://www.youtube.com/watch?v=OqiEJ0WFUwA El ritmo es el mismo de los primeros tres minutos de la canción
¡VAMOS!
El túnel se ensancha para dar lugar a varias hileras de incontables calderas, todas trabajando a la vez, echando de sus entrañas vapor, y al fondo de todo ese humo caliente se escuchan las voces de hombres trabajando en conjunto, superando el ruido de toda esa maquinaria incesante.
¡VAPOR! ¡AL SOL!
¡CARBÓN! ¡QUE ARDE!
¡AGUA! ¡CORRIENDO!
¡FUEGO!
Voz chillona (Austin): ¡Tiren!
Con dolor soportando el azote...
De la frente brotando el sudor...
Bephometh, demonio,
De tu cuerpo viene el clamor,
Vapor soy
¡Estoy luchando...!
¡Liberanos! ¡Del fuego!
¡Liberanos! ¡Demonio!
¡Recuerdanos... Este no es nuestro hogar!
¡Liberanos!
¡Y cumple tu promesa!
¡Liberanos, y déjanos volver!
¡Quita! Grita un hombre y empuja a Jorge al suelo para poder seguir su camino. ¡Muévete! Riñe otro que hace caer a ʎɹolɐɯ cuando este buscaba ayudar a Jorge. ¡A un lado! Exige una mujer fornida con una barra sobre los hombros que usa para transportar en ambos extremos cajas grandes llenas con botellas de agua, licor o vinagre. Jorge y ʎɹolɐɯ se apartan antes de acabar pisoteados por las botas de la mujer, sin embargo al ponerse de pie vuelven a ser mangoneados por una marea intranquila de trabajadores que les obliga a moverse a empujones hacia adelante. A cualquier lado que se mueven hay una espalda, o brazo, o codo, u hombro, que los envía con rudeza en otra dirección.
Obrero: ¡Cuidado!
Unas manos fuertes los toman desde la parte de atrás del cuello de la camiseta y los jala con la facilidad de quien mueve a un muñeco de trapo, la acción pasa unos segundos antes que una caldera que tenían al lado escupiera una bocanada de fuego. Ustedes se salvan, pero un trabajador se quema el brazo y suelta la pala para carbón por el llameante dolor, pero ni corto ni perezoso abre una botella de vinagre que tenía en el cinturón, y se la echa toda en la quemadura para aliviar el ardor, sin más tratamiento que ese retoma su pala para volver al trabajo.
Obrero: ¡¿Qué hacen?!
El obrero que los salvó, un sujeto pelirrojo sin camisa, cuya voz tiene un característico acento irlandés, les regaña.
Irlandés: ¡El Bephemoth está furioso! ¡No hay tiempo que perder!
No escucha cualquier queja o cosa que tengan por decir. Primero a ʎɹolɐɯ le pone la mano con firmeza en el hombro, y le dice instrucciones que no puede escuchar debido a la explosión de una tubería de agua, pero después el obrero apunta a unos cinco sujetos fornidos que alzan en sus hombros una enorme tubería de una tonelada. Empuja al estudiante donde los sujetos, dejando muy en claro lo que tiene que hacer, ayudar a llevar el tubo hasta algún sitio adelante.
Con ʎɹolɐɯ ocupado con su labor, el irlandés se inclina hacia Jorge para darles sus propias instrucciones.
Irlandés: ¡Tuercas! ¡De rosca! ¡Así de grandes! ¡Búscalas en la parte de atrás cuando antes y llévala al corazón, o todo el Nivel explotará!
Seguramente el incentivo de que si no lo hace todos morirán entre terrible sufrimiento, baste para que Jorge empiece a correr como pollo sin cabeza entre los obreros en ansia de la dichosa tuerca. La consigue de una mujer rubia que anda repartiendo suministros y piezas entre los obreros.
Mujer rubia: Tú no eres de por aquí... Bueno, no importa. ¡Toma, corre, y ve directo al corazón, muchacho!
Señala la dirección donde Jorge debe ir corriendo con la pieza, justo al final de la hilera de calderas, donde el túnel se abre a una zona roja e incandescente. En el trayecto más de una vez la tuerca casi se le resbala de las mano por el sudor, pero logra evitar que se le caiga. Cuando el pequeño llega al frente, ʎɹolɐɯ también aparece junto al resto de sujetos que cargan la tubería gigante, y a ambos les recibe un paisaje que ven por primera vez en sus cortas vidas, el de una torre de acero que se alzar sobre un mar de fuego y vapor, estructura retorcida rodeada por bocas de tuberías que apuntan a su cuerpo y centenares de salidas de túneles inclinadas hacia el fuego, justo como donde se encuentran ahora.
El calor es tan intenso que una de las tuberías de abajo, cercana a la torre, se derrite y retuerce a tiempo real, haciendo que una figura delgada y pequeña que ninguno de los dos puede vislumbrar bien debido a las olas de temperatura y el humo, tome la decisión de sacrificar el tubo, y con una llave inglesa muy grande quita las tuercas que sostienen la cañería, haciendo que se desprenda y desaparezca para siempre en el abismo de fuego.
Voz chillona: ¡Rápido! ¡La nueva!
Los sujetos que acompañan a ʎɹolɐɯ bajan el tubo al suelo, las placas de metal se encorvan por el peso. Clavan ganchos con cadenas en el tubo, y uno de de esos hombres fornidos coloca una de las cadenas en las manos del estudiante, labor que comparte con muchos otros, mientras que tres empujan el tubo hasta el borde del túnel y lo dejan caer. Enseguida los brazos de ʎɹolɐɯ se tensan con dolorosa inmediatez, y lo mismo pasa con el resto de obreros que jalan las cadenas y mantienen el tubo suspendido bajo la salida del túnel donde están. Pero la cosa no queda allí...
Irlandés: ¡Vamos, muchacho! ¡Sube!
El pelirrojo salta y cae encima del tubo, cosa que agrega más peso y trabajo a quienes sostienen las cadenas. Otros niños trabajadores con tuercas se suben con él, y el irlandés hace señas con Jorge para que siga el ejemplo y vaya con ellos hacia abajo.