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https://youtu.be/i524g6JMkwI?si=We_j7OL-slZ6laBX
>[Las cumbres de las montañas se teñían poco a poco de un intenso color rojo, un tono carmesí que se extendía como un manto sobre las paredes escarpadas de los cañones y sobre el contorno de las nubes gruesas y exuberantes que flotaban en el cielo. Esta luz, que anunciaba la llegada de un nuevo amanecer, provenía del horizonte, de mucho más allá de donde la vista del mejor cazador podría alcanzar, traída por la gran esfera roja que es el sol, fuente inagotable de vida. Aún era muy temprano; el aire se sentía fresco, casi helado, por los fríos vientos que barrían estas altitudes. Las pocas estrellas que aún titilaban en el antiguo cielo oscuro comenzaban a desvanecerse, como luces que se apagan lentamente en un vasto océano de sombra.]
>[En lo más profundo de este interminable y enrevesado laberinto de cañones y mesetas, se alzaba una delgada columna de humo gris, cálido y suave, que ascendía hacia el cielo, difuminándose al mezclarse con las nubes. Siguiendo el sinuoso curso del gran río, aparecía una tribu oculta de supervivientes, una comunidad aislada y olvidada por el tiempo. Alguna vez fueron cazadores curtidos y hábiles campesinos, pero ahora no eran más que una sombra de lo que fueron antaño. Su hogar, una tierra verde de aire puro y aguas cristalinas, protegida de los peligros del mundo exterior, había sucumbido ante una cruel y misteriosa maldición. La tierra había sido envenenada, los animales habían muerto, los cultivos se habían marchitado, y el agua, la fuente de vida para todo el ecosistema, se había vuelto tóxica.]
>[Al principio, los síntomas fueron leves, apenas un dolor de cabeza y un malestar estomacal, pero con el tiempo, la enfermedad se propagó, haciéndose cada vez más severa. La fiebre aumentaba hasta hacer doler los huesos, y los calambres invadían cada músculo del cuerpo. Los espasmos y las convulsiones eran frecuentes, acompañados de una tos agresiva y sangrado oculares, que culminaban en una muerte lenta y agonizante. Esta enfermedad misteriosa era indetectable incluso para la tecnología más avanzada del viejo mundo, y ninguna medicina podía curarla, ni siquiera aliviar el dolor. Parecía más una maldición, una sentencia implacable que condenaba a toda la tribu. Uno a uno, los miembros de la tribu fueron cayendo; si no morían por la agonía de la enfermedad, era por desnutrición, ya que todas las fuentes de alimento habían perecido....]
>[En el corazón de la aldea, rodeado por gruesas y antiguas paredes de piedra, se encontraba el terruño, el edificio comunal de la tribu. En su centro, como un imponente monolito de acero, se erguía lo que alguna vez fue una de las Arcas espaciales que había dado origen a esta comunidad. Esta Arca, que en otro tiempo había surcado las estrellas, ahora estaba vieja y oxidada, pero aún se alzaba hacia el cielo, mirando a las estrellas con una especie de melancolía, como si añorara sus días en el espacio, donde realmente pertenecía. Este antiguo y vasto edificio, que antes rebosaba de vida y actividad por las personas que convivían en su interior, ahora estaba casi totalmente vacío, salvo por dos individuos. Frente a una gran fogata, rodeada de hierbas aromáticas, Yacía de un lado Una joven, y del otro, Un Enfermo Anciano, el cual años de experiencias y vivencias yacían debajo de sus arrugas y cicatrices.]
https://youtu.be/p7hs1--Ih_U
>[El anciano está sentado frente al fuego, sus ojos opacos mirando a través de la oscuridad, mientras intenta respirar con dificultad. A pesar de su ceguera, inclina la cabeza hacia las llamas, sintiendo su calor y escuchando el crepitar de la madera que arde.]
<{Tasunke Wicasa}
"El fuego... *tos profunda*... Aunque mis ojos ya no vean las danzas de sus llamas, mis otros sentidos aún recuerdan. Puedo sentir cómo el calor acaricia mi rostro, como lo hacía el viento de la pradera cuando era joven... *tos*... Puedo oír el susurro del fuego, como una antigua canción que cuenta historias de tiempos mejores, de cuando el sol se levantaba alto en el cielo y las sombras eran solo un reflejo en el río. En aquellos días, los espíritus nos hablaban... sus voces eran claras como el agua de los manantiales, y sus corazones eran cálidos como el fuego que tengo frente a mí. Pero los tiempos han cambiado. *tos*... Los tiempos han cambiado y con ellos, los espíritus han callado."
>[El anciano se queda en silencio por un momento, sus pensamientos vagando como el humo que se eleva hacia el cielo crepuscular. Respira hondo, su pecho emite un sonido rugoso, quebrado.]
<{Tasunke Wicasa}
"Nosotros, los mortales... *tos*... siempre hemos sido como niños jugando con cosas que no entendemos. Hemos creído que podíamos doblegar la tierra y el cielo, que podíamos sacar a los espíritus de su sueño eterno para que nos sirvieran... La realidad, niña... *tos*... La realidad no puede ignorarse. Nuestra tribu... está condenada. Ya sea en unos días o en unos meses, nuestro destino ha sido sellado por los antepasados. Todos... todos pereceremos bajo esta maldición. Y ahora... ahora el espíritu del 'Gran Río', que siempre fue nuestro protector, nuestro guía, el espíritu que una vez nos dio vida, ahora nos la quita.. Algo... *tos fuerte*... algo lo ha enfurecido. Yo he buscado en mis sueños, en los rituales antiguos, de razonar con su furia, pero sus aguas están llenas de ira... *tos profunda*... No escucha razones...he hasta intentado llamar hasta los espíritus menores, pero no me responden. Todos se habian ido... todos menos él. El 'Gran Río' fue el único que permaneció después de la 'gran devastación'."
>[El anciano extiende una mano temblorosa hacia el fuego, como si tratara de atrapar las palabras en el aire, buscando respuestas en las llamas.]
<{Tasunke Wicasa}
"Cuando ocurrió la 'gran devastación'... los otros espíritus se retiraron a sus dominios, avergonzados por el camino que la humanidad había tomado. El orgullo, la codicia, el egoísmo... esos fueron los males que los alejaron. Pero el 'Gran Río'... él se quedó. Se quedó a nuestro lado, compartió su fuerza y su vida con nosotros. Y ahora... *tos violenta*... ahora nos castiga. ¿Por qué? ¿Qué hemos hecho para merecer su ira? ¿Qué pecado hemos cometido que él no puede perdonar?"
>[Una tos seca y persistente interrumpe sus palabras. El anciano lucha por respirar, su cuerpo débil temblando con el esfuerzo. Después de unos momentos, toma un sorbo de agua de un cuenco de arcilla, su mano temblorosa derramando unas gotas en el suelo seco.]
<{Tasunke Wicasa}
"Tu, niña... *tos suave*... Tú eres de las pocas a las que esta maldición aún no ha tocado. Quizás es solo cuestión de tiempo para que llegue tu turno, o tal vez, solo tal vez... el espíritu del 'Gran Río' te ha dado una oportunidad. *tos leve*... No lo sé. Pero sé que el destino te ha elegido para algo más grande que esta simple existencia."
>[El anciano se inclina hacia adelante, su voz baja y cargada de un suspiro profundo.]
<{Tasunke Wicasa}
"Nosotros, los ancianos, los enfermos... ya hemos aceptado nuestro destino. Sabemos que nuestros días están contados, que la maldición ha sellado nuestro final. Pero tú, tú aún tienes tiempo. Y es por ese tiempo que debes buscar respuestas. No para nosotros, pues nuestras almas ya están preparadas para el viaje al más allá, sino para aquellos que vendrán después. Para los hijos de tus hijos, para los espíritus que aún están por nacer en este mundo. Debes buscar la razón de esta maldición... *tos profunda*... y, si puedes, encontrar una forma de calmar la ira del 'Gran Río'. No solo por tu propio futuro, sino por el futuro de todos los que aún no han caminado esta tierra."
>[El anciano se esfuerza por ponerse de pie, sus piernas temblorosas bajo el peso de los años y la enfermedad. Con la ayuda de su bastón, se dirige a un viejo cofre adornado con símbolos antiguos. Lo abre con cuidado, revelando artefactos que han sido guardados durante generaciones. Toma uno de ellos, un dispositivo del tamaño de la palma de tu mano, con tres luces que parpadean débilmente, con botones y una gran pantalla.]
<{Tasunke Wicasa}
"Esto es un regalo de los ancestros... *tos*... Una reliquia de los hombres de las estrellas, aquellos que vinieron antes de nosotros, antes de que la tierra fuera despojada de su pureza. Esta es una herramienta de la época de las luces, una tecnología antigua que puede ayudarte en tu camino. Este es un
PDA... un dispositivo que guarda los secretos de un tiempo perdido. Aquí tienes un mapa. Un mapa del mundo como fue, y no como es ahora. Un mapa que muestra el curso del 'Gran Río'. El mundo ha cambiado mucho, donde ataño era tierra hoy podría haber un gran mar, pero las viejas corrientes siguen su curso, ocultas bajo montañas y cañones. Con esto, podrás seguir al 'Gran Río' hasta su origen, hasta el lugar donde su ira se hizo sentir por primera vez."
"También te doy este equipo... No es mucho, pero puede ser útil en tu viaje. No te pido que cures esta maldición, no te pido que arriesgues tu vida sin razón... *tos*... pero si decides intentarlo, si decides buscar respuestas, estarás haciendo más que solo cumplir una misión. Estarás honrando la memoria de nuestros antepasados, y estarás asegurando un futuro para los que aún no han llegado."
>[El anciano cierra los ojos por un momento, como si escuchara algo en el viento, algo que solo él puede oír.]
<{Tasunke Wicasa}
"Ahora, puedes marcharte, niña. Aquí ya no hay quien viva. Afuera, en el yermo, hay un vasto mundo, lleno de peligros, sí... *tos*... pero también lleno de oportunidades. Sigue adelante, vive, respira por aquellos que ya no pueden. Lleva contigo nuestra esperanza, nuestra historia, nuestra fe en que algún día, el 'Gran Río' nos perdonará. Marcha, y recuerda siempre... las llamas del fuego pueden apagarse, pero el calor que dejan en nuestros corazones...*tos suave*... nunca desaparece."
[Expand Post]
"Nuestras almas, y las de nuestros antepasados, estarán contigo, tomes la decisión que tomes. Marcha y sigue adelante, niña... Tienes que vivir."
>[El anciano, con una última mirada hacia las llamas, se reclina hacia atrás, su cuerpo relajándose mientras cierra los ojos, dejando que el fuego ilumine su rostro una vez más, en paz.]
>[....]
>[...]
>[.]
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