>>12528
Ayyy tienes mucha razón OPcito, ahora tengo que desembolsar su "técnica definitiva" cuando yo la quería para one-shotear a Alex o a Misa. Y aún en esas no se si Sakura no se tankea esta mierda y Morri se autosuicida en el proceso kek. Al menos en esta situación puedo darle más desarrollo a su razón de ser Also The Chad Sakura>The virgin Elin
>Morri
Esta instancia del combate se empieza a parecer mucho a una cuerda floja, esta al límite, a la orilla del vacío, a un paso de la inminente derrota. Su última táctica ilustra aquel metafórico sentimiento a la perfección, pudo arquear por los pelos su centro de masa quedando bajo el sombrío hocico de la bestia, sus nudillos se arraigaron más que determinados a fizurar, la yakuza ya podía ver la victoria a la vuelta de la esquina, si le generaba una hemorragia ella ganaria, todo lo que viniera después sería cuestión de mantener la superioridad en desplazamiento hasta que se desangre. Tan cerca y tan lejos de su meta... No sólo su corte fue breve sino que además fue de una naturaleza superficial, no haría la diferencia, para una monstruosidad de las dimensiones de Sakura era lo mismo no estar herido a estarlo con ese tipo de heridas.
La victoria se alejó de su ataque conjunto al perro, Morrigan mordió su labio inferior tan fuerte que abrió una pequeña herida esta vez, "aún no está todo perdido, puedo reincorporarme e ir por sus piernas", se quiso engañar aún sabiendo que la suerte estaba hechada, tirada en el suelo, con el perro a pocos metros, sabía lo que le deparaba. Antes de que siquiera el pensamiento de levantarse llegará al terreno de las acciones la pata de Sakura la aplaco al suelo como una cucaracha, no pudo escapar, no pudo pensar, sólo podía sentir dolor, demasiado. Endurecio y tenso los músculos lo máximo que pudo para conferir mayor resistencia a su sistema, amortiguo el impacto a su cabeza y órganos con los brazos, sin embargo, el daño fue devastador, nada evitó que algunos huesos se le rompieran y que quedará shockeada de el dolor, su mirada se perdió en las nubes a la par que vomitaba en tosidos todo el aire de sus pulmones ¿Seguía consciente después de eso...? La arena claramente tembló, algo se fracturo en su interior, su cuerpo casi no reaccionaba, pero lo único que aún quedaba intacto la impulso a rodar a un lado para evitar un segundo impacto, ese único algo era su instinto de pelea. Aún atontada fruncio su ceño y forzó la vista a reacoplarse, su brújula señalaba un claro y aguerrido contraataque, respondería al perro con la misma sutileza.
Más, de nuevo, su estrategia fue desamblada antes de siquiera efectuarse. De un bocado la mitad de su cuerpo quedo en el interior del perro y la otra mitad en el exterior, la desesperación poseyo a la Yakuza, sabía lo que venía, todo perro una vez tiene a su presa la estruja y agita, a menudo los gatos y las tortugas recaen en los mismos gajes, sólo siendo mas sofisticados en el apartado de usar esos vaivenes para llevar su presa de cabeza al suelo o a la pared. En esa situación todo se regulaba aún no quisiera, no tenía escape, la fuerza centrífuga y la colocación imposibilitaban todo ataque que no fuera una caricia. Sus dientes perforaron su carne y la sangre cayó cual rocío sobre el cuadrilátero, Morrigan era humana, resistente, con un más que decente umbral de dolor, pero humana; es por eso que los gritos de desesperación no se hicieron esperar, sentía que iba a morir, que ese maldito perro la partiría en dos en cualquier momento, su voz se quebró y concluyó en lágrimas... De pronto, recordó algo que había olvidado hace una eternidad, el miedo primordial, el miedo a morir, la sensación de que todo podía terminar. Desde que entró a Shiketsu ese miedo es algo que no se robó su atención, pero en esta situación, sola y sin mediación del árbitro, todo lo que podía hacer es esperar a que su cadera ceda adjunta a gran parte de su cuerpo. ¿Sola y sin mediación del árbitro?... Esa es otra verdad, anteriormente ese terror a la muerte nunca llegaba a desarrollarse por la presencia de su familia en cada pelea, nunca estuvo sola, cuando las cosas se ponían duras era cuestión de recurrir a ellos o que ellos acudieran a ella... Al final siempre fue débil, se quiso dar aires entrando a una Academia de Héroes, pensando que era realmente útil, pero la verdad que más temia, es que Shiori sólo quería peso muerto fuera del tablero, lo mismo fue para Shiketsu ¿Por qué enviar a alguien talentoso cuando puedes desacerte de quien no mostró grandes resultados? Negar esas posibilidades era mentirse así misma, al final no tuvo oportunidad apenas su rival activo su Quirk, sin importar que fuese de la clase B.
Cada zamarreo era una flagelacion a su voluntad y orgullo.
Defraudó la promesa a Sirk y le mintió a Judai ¿Volverse más fuerte para proteger a su familia? ¿Proteger a quien de que exactamente...? Hasta su hermanito menor, Deimon, era capaz de darle una paliza con nulos inconvenientes. No había nadie a quien proteger, todos son mas que capaces con su ayuda o en solitario, a lo que ella en verdad aspira es a ser más poderosa, mas que Sora, mas que Shiori. Por mucho tiempo no lo entendió pero existe una razón por la cual la mayoría de los aspirantes esta en estas Academias, y esa razón es por que son verdaderamente fuertes, la gente fuerte puede protegerse a sí misma, pero la verdaderamente fuerte puede darse el lujo de proteger al resto... Y ella ni era fuerte para empezar. Quería el poder de los demás, anhelaba sus fortalezas y habilidades. No había una gota de nobleza en sus fines, no quería ser fuerte por un ideal o el prójimo, únicamente quería ser más fuerte por ella misma, por el llano primitivo placer de acumular poder y anteponerse. Por dejar de ser un estorbo en Tennyo.
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Estaba resignandose pulgada a pulgada, aceptaba a pulso el hecho de que su final en aquel torneo sería en las fauces de Sakura, gradualmente podía escuchar la condescendencia y tacto en la piadosa decepción de su família al llegar a casa: ¡Te harás más fuerte!, ¡La próxima la vencerás!, ¡Por poco le ganas!, ¡Pudiste ganarle, tonta!
...A ella no le interesaba lo que pudo ser, ella quería ser...
Y que la soltaran fue como una respuesta a esas plegarias, la única y última oportunidad de ser y no lo que-pudo-ser. Rodo por el suelo cual muñeco de goma no sin antes resentir un primer rebote, su cuerpo estaba tapizado de mordeduras, unos cortes y mogullones, de su rostro no dejaban de fluir lágrimas, lenta y pacientemente se puso de pie con una mirada cabizbaja, sacándole jugó a la presencia del árbitro para recomponerse.
Para cuando Nagiri terminó de hacer la pregunta consiguió ponerse de pie, sus manos y rodillas temblequeaban como una gelatina, pero estaba de pie.
"E-Eso deberias preguntárselo a Elin... Por que a partir de ahora no me voy a detener, no voy a parar hasta que uno de las dos quedé destruida... ¡Me oiste Sakura! No voy a parar, ni por el árbitro, ni por Elin, ni por las empresas, no voy a parar hasta vencerte" Su mirada se alzó en dirección al canino, sus lágrimas se entremezclaban en una parafernalia de emociones poco claras, una especie de rictus
jorgito siniestro la empañaba "¿Me oiste? ¿Entiendes el significado cabeza-hueca? No me voy a detener ni siquiera si mueres, así que acabame en el próximo movimiento, por que si no lo logras yo lo haré con Elin despues~..." Bajo esas
suicidas intencionales provocaciones confronto a la bestia una vez mas, similar a otras veces, por no decir idéntico. Ya no le importaba "ganarle" a Elin, no le interesaban las empresas o la audiencia, todo lo que anciaba cada fibra de su cuerpo era enfrentar su máximo poder contra el máximo poder de Sakura y salir victoriosa.
Aunque a primera vista era dudosa su intención, no hubieron fintas, ni estrategias, todo el mundo pudo esperarse otra maroma, sin embargo, todo lo que se dignó a emplear para contrarrestar a Sakura fue un derechazo-
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