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—¿Rey Alexei? ¿Es en serio? ¿Quieres ir directamente a un lugar que está increíblemente lejos para un barco mediano a grande en esta embarcación? ¿Y así me dices que sabes navegar? Si quieres también podemos ir al fin del mundo, te lo juro, nada me cuesta arrancar el timón y dejar que vaguemos hasta llegar allí y luego nos devolvemos con lo que sea que nos encontremos allí.
Lo dijo en un tono de sarcasmo que le irritó a Katalina, no lo soportaba, pero es que con locuras así lo más seguro es que una tripulación promedio la hubiera atado con los cabos al mástil por un día por semejante empresa que proponía. Ni el más loco de los capitanes se arriesgaría a un viaje así, no tenían el cómo (el por qué mucho menos, pero según Katalina era buena idea, la mejor) para realizar un viaje así. Mejor simplemente no prestarle atención a la chica con problemas de..., Sólo el creador sabe que problemas tiene.
—Y hablas de Cagliostro como si lo conocieras de toda la vida y que él sabría qué hacer. Nadie sabe donde está o qué hace o siquiera si está vivo. Está bien que era un gran alquimista, el mejor de todos los tiempos, pero eso de vivir para siempre es una locura, es como volver de la..., Veo tu punto, Cagliostro. Está bien, puede que viva para siempre, pero es un maldito alquimista, si crees que no hay persona más odiosa que un pirata prepárate para un alquimista, se creen dueños de la sabiduría y todo poderosos y por supuesto que lo son, pero sólo los grandes alquimistas que llegan a ser muy pocos, los aprendices son los más molestos con su pensamiento de ser los más grandes alquimistas que han existido. Ya te digo que lidiar con ellos es como manejar un barco con el timón volteado. Si que te gusta hacer lo más difícil posible, es en serio, pareciera que no pensaras, te lo creo por tu hermana que según estaba encerrada, pero más vas a decir que tienes tan poca experiencia en el mundo como para saber algo tan simple. Si alguien se aisla de todo el mundo por un largo tiempo es porque no quiere ser encontrado. Déjalo tranquilo a él y su alquimia.
Cada vez le parecía mas y más extraño el actuar de Katalina. Sin dudas era... Algo no iba bien, las corrientes del viento se sentían iguales pero algo en el tiempo había cambiado, lo sabía, el ligero olor a pólvora, licor y hombres sudorosos deseosos de tesoros estaba en el aire. Subió a un barril para localizar mejor de donde provenía semejante aroma que sólo significaba una y sólo una cosa, piratas. Katalina notó el comportamiento extraño pero no logró identificar nada de nada hasta que fue muy tarde ya.
Del mismísimo infierno parecían haber salido. Eran piratas en su gran barco. Sacudieron el pequeño navío con gran fuerza y eso que ni siquiera lo tocaron. Salió entre las nubes como un dragón, potente y con ganas de destrucción, sus velas como alas extendiéndose en el cielo y la fiereza de sus hombres en los ojos. Todos gritaban y proferían alaridos de emoción, tendrían algo bueno entre manos. Nada era reconocible en ellos, ni el barco, ni los hombres ni la bandera, no los conocía, eso sería un problema y más si lo que buscaban era divertirse un rato con el pobre incauto que hubiera por allí, en este caso, todos dentro del Blue Narciss. Oyó a Katalina gruñir y maldecirlos. Le pidió que se calmara, lo peor que podían hacer era pelear.
De entre ellos salió la figura principal, era el capitán, todos escuchaban sus órdenes y callaban. Katalina lo volvió a insultar y como era un capitán, no le tomó mucha atención a lo que una mujer le decía. Se dirigió a Grecko, el único hombre presente y el presunto capitán de la nave.
—Pues sí, yo soy el capitán de esta pequeña embarcación y esas dos son mi tripulación. ¿Esclavistas, eh? Pues me parece curioso que sean esclavistas y más aún que siendo esclavistas busquen a unas mujeres, comprendo lo solos que se deben sentir en el viejo azul, pero es muy bien sabido que subir mujeres a bordo es de peligro, cualquier cosa puede ocurrir, yo mismo voy con gran miedo con estas dos, ¿qué será de llevar a varias de ellas?
Grecko analizaba la situación, tenían un barco más grande, más equipado y sobre todo, eran superados en número. Tal vez pudieran vencer a unos cuantos, pero no a todos. Sería difícil la lucha, en eso se acordó de su muerte, ahora era algo más que un humano, es más, ya ni lo era, pero tendría que saber muy bien qué tipo de poder tenía como para lanzarse contra los que tenía enfrente. Algo era seguro, no podía darles a Lyria, si estaban unidos tendrían que permanecer juntos hasta poder desligarse. Ahora, Katalina daba un poco igual, pero la necesitaba también, sin Katalina, Lyria se sentiría tan mal hasta el punto de odiarlo sólo por haberla dejado ir, si ya había dado todo para salvarme, por qué Grecko no podría hacerlo por Katalina, seguro era lo que pensaría Lyria.
—Está bien, cederé a sus demandas, capitán. Pero antes, déjeme despedirme de mis mujeres, he pasado un largo tiempo con ellas y una buena despedida es lo que se merecen, por cierto, es una buena embarcación la que usted trae allí, ¿cómo se llama? A propósito, no los reconozco de ningún sitio, ha de venir de un lugar lejano buscando riquezas ¿no es así? Así estamos todos en esta vida. Yo, por ejemplo, sé la ubicación exacta del gran tesoro del maestro Cagliostro, el alquimista, voy en busca de la vida eterna.
Ante las pocas posibilidades que tenía Grecko a la hora de combatir, usó una artimaña conocida, faroleó como lo hacía con el juego, si el capitán era un hombre de intereses preciados sabía que podría conseguir algo bueno si se hacía con ello, era algo que todos querían, y si él lo quería,tendría que soltar algo a cambio de ello, pero por supuesto, son piratas, no se puede confiar en ellos. En el proceso de su habla se acercó a las chicas del barco y empezó a hablarles en voz baja sin que lo escuchen los piratas.
—Cálmense las dos, no dejaré que se las lleven, estoy tratando de conseguir algo de tiempo y chances para escapar. Lyria, qué clase de poderes tengo como "Bestia Primordial", necesito saber de qué soy capaz si queremos escapar. Katalina, puedes batallar con varios de ellos ¿no es así?
Grecko contó a todos los piratas que veía, también vio las fuerzas de cada uno, sería una batalla dura, si es que tendría que batallar.