Dado que el meme rol de villanos que Cuckmiko y el otro negro estaban planeando murió antes de siquiera llegar a feto creo que posteare aqui la ficha que estaba planeando usar para ese Rol. Sientan se libres de ratearla, cagarse en ella, masturbarse sobre ella, o preguntarme donde tiene la vagina, todos son cursos de acción aceptables.
>nombre
Shé-Lǎobái (se pronuncia "Shu o La o Bae)
>sexo
Femenino
>edad
39
>poder
-Duòluò (depravación)
Lǎobái puede endurecer o ablandar cualquier cosa que entre en contacto con su piel, escamas, o fluidos. El proceso no es instantáneo, sino más bien gradual, mientras más grande sea la superficie en contacto con ella más rápido se endurecerá o ablandara.
El efecto no es permanente, pues luego de media hora los efectos comienzan a desaparecer, sin embargo el tiempo solo comienza a contar desde que la superficie ha dejado de hacer contacto con Lǎobái.
Duòluò también afecta a Lǎobái, constantemente haciéndola más rígida y dura o más flexible y frágil. A diferencia de con los cuerpos externos ella no tiene un control preciso de estos cambios sobre si misma, solo es capaz de concentrarse para aliviar sus efectos y evitar quedar completamente petrificada o completamente liquidificada. Las que tienen verdadero control sobre estos cambios son sus emociones. Las emociones negativas la hacen endurecerse, principalmente la ira, la tristeza, y el dolor, tienen un efecto más fuerte en ella. Las emociones positivas la hacen ablandarse, principalmente el amor, La grata sorpresa, y el placer.
-Shesha
El cuerpo de Lǎobái sufre una obvia mutación que la hace lucir como una mezcla entre humana y serpiente. De su cabeza hasta la punta de su cola esta mide 8.13m, y pesa 328kg. Para mantener su largo volumen nutrido y oxigenado esta requiere de dos corazones, dos estómagos, un pulmón y un hígado extra en su cola.
La barbilla de Lǎobái está hecha de un fino cartílago que une sus mandíbulas, de la misma forma sus mejillas y gargantas están plegadas sobre sí mismas y pueden abrirse para expandirse varias veces su tamaño original. Esto es debido a que ella usualmente no mastica su comida, fuera de sus 4 colmillos el resto de sus dientes son muy pequeños y escasos.
>trasfondo
Muchas veces cuando se habla del término “Maldad” se hace mención de tales cosas como que la avaricia, el deseo de poder, y la venganza, son cosas plantadas en el ser humano por la sociedad, que en realidad la malicia pura no existe dentro de la mente de las personas racionales y sanas, pues incluso el acto criminal más atroz puede ser analizado hasta llegar a unos origines de enfermedad mental, o de como la circunstancia obligo al perpetrador a seguir un camino oscuro.
En este mundo donde todos son dotados, donde todos son especiales, la idea de que un criminal cometa sus fechorías siempre debe de ser racionalizada bajo los lentes de la moral. Pero entonces ¿Qué pasa cuando alguien nace específicamente para vivir por el mal? ¿es siquiera eso posible?
Esa es Lǎobái.
Lǎobái nació en un callejón mugriento dentro de la Ciudad amurallada de Kowloon. Su madre una prostituta y su padre completamente ausente. Para ella nunca hubo un cálido abrazo de bienvenida al mundo, no el consuelo del pecho de su madre durante las noches frías donde su estómago se encogía del hambre. Ella llego al mundo sola, y de no ser por su propia voluntad por vivir también se hubiese ido de este completamente sola. De pequeña esta apenas y era del tamaño de un brazo adulto por lo que robar y escabullirse en las grietas del suelo le fue la mejor forma de garantizar su supervivencia.
Pero entonces la pubertad llego, y con ella un aumento significativo de tamaño. Ahora era más lenta y grande, y la gente ya la odiaban a ella y a su madre por el estigma que tenían al ser serpientes. Trabajar honradamente estaba fuera de su alcance, y el robar era un suicidio. Sin más opciones esta se vio obligada a tomar el empleo de su madre y hacer dinero por medio de vender su cuerpo.
Pero el crecer y sangrar no fue lo único que le trajo la pubertad, pues sus poderes también despertaron durante esta época. Aquello fue otra maldición más para Lǎobái, pues su cambiante cuerpo prepuberto ahora también se volvía rígido y blando por aparentemente ningún motivo en específico. En más de una ocasión esta lloro en desesperación mientras creía que se volvería una estatua para siempre o que sería filtrada por los drenajes junto con la lluvia. Por no mencionar todas las veces que sus clientes se aprovecharon de esto para irse sin pagar luego del servicio.
Y Mientras Lǎobái sufría su madre siguió dando a luz a otras como ella. 5 hermanas de 5 colores que nacieron en intervalos de tiempo bastante cortos la una de la otra. Estas se unieron entre ellas y usando sus talentos y koseis consiguieron sacarse a sí mismas, y a su madre, de la pobreza. A Lǎobái esto le enfureció profundamente, no porque ellas tuviesen una mejor vida sino porque decidieran compartir esa vida con su asquerosa madre quien poco o nada había hecho por ellas.
Lǎobái para ese entonces ya se había acostumbrado a su vida de pobreza y prostitución. Las relaciones sexuales ya no eran algo placentero para ella sin embargo eso significaba que esta ya no se ablandaba involuntariamente con cada orgasmo. El hambre hacia que su estómago le doliera como el infierno mismo, pero dicho dolor constante le enseño a concentrarse para no petrificarse involuntariamente, dicha concentración, además, la ayudo a cambiar los papeles y comenzar ella a robar, paralizar, e incluso en casos extremos a matar, a sus clientes. Lo que dio lugar al nacimiento de un nuevo placer en la serpiente blanca: La dominación.
Aquel placer que ya no obtenía de las relaciones físicas ahora le era otorgado por engañar a otros, lastimarlos cuando están indefensos, arrebatarles todo lo que pudiese, y desecharlos como alguna vez la desecharon a ella. Eventualmente esta amaso una pequeña fortuna en un escondite donde conservaba todo lo que esta robaba, y sin embargo todavía con esas seguía pasando hambre, pues aquello no era “un tesoro” eran “trofeos” una forma de sentir placer al recordar el daño que le había hecho a otros en el pasado. Aquella gratificación era más importante para Lǎobái que el librarse del dolor del hambre, pues le permitía mantener la consistencia de su cuerpo.
Para la serpiente blanca aquellos placeres no eran un capricho, sino una necesidad.
Sin embargo un día las 5 hermanas llegaron a visitarla con una propuesta de sacarla de la pobreza a cambio de que estuviese de acuerdo a vivir con ellas y hacer tareas domésticas. Pero cuando esta fue “rescatada” de la vida callejera por sus hermanas su mente ya no era capaz de asimilar un estilo de vida diferente. Conceptos como el de trabajar para ganar un salario, Comer a horas específicas, o seguir las ordenes de las supuestas autoridades de la ley, eran cosas que Lǎobái simplemente no entendía ¿Cómo puede alguien vivir así? Sin embargo no todo eran cosas malas, las camas suaves, los baños calientes, y las comidas deliciosas eran algo de lo que esta no se podía cansar.
Pero eventualmente su cuerpo comenzó a pasarle factura cuando sus escamas comenzaron a derretirse mientras se duchaba. Aquella vida cómoda, aquella falta de necesidad, la estaba volviendo, literalmente, blanda, su cuerpo rechazaba el regalo de la estabilidad que sus hermanas le ofrecían.
Aquello le enseño a Lǎobái bastantes cosas sobre sí misma, y sobre su lugar en el mundo, ella no nació en la miseria por negligencia de su madre, ella nació así porque no hubiese sobrevivido bajo un hogar común. Le tomo a esta menos de un mes hacer todos los arreglos para irse del hogar que sus hermanas le habían dado, y como Lǎobái estaba agradecida con ellas, no tardo en devolverles cada Yuan que gastaron en su persona… por medio de métodos que es mejor no indagar mucho.
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