>>59666
Chequeado Satán
no suelo extenderme mucho con los turnos iniciales, a veces, prefiero dejarlos como base, y construir y expandir sobre ellos, ya que se me hace más fácil de esa forma, y más cómodo also, tengo que limpiar la caché, a ver si así deja de estar buggeado los spoilers
>>59666
Aún cuando te subías a la mesa, y hablabas en voz alta, nadie respondía, nadie se asomaba, nadie salía de alguna esquina a asomarse y aprovecharse de una joven muchacha, la única respuesta, era el mismísimo silencio... Si te habían secuestrado, seguramente tus captores estarían dándose algún festín, algún banquete, o inclusive buscando a alguna otra persona para agrandar aún más la fiesta, pero... Nada... Ni clientes, ni empleados, tampoco se encontraba tu madre por allí cerca, estabas completamente sola en un McDonald's, un sueño que, para cualquier niño, sería una tremenda maravilla, pero en tu caso, era... Raro... Si te habían secuestrado y llevado a algún McDonald, que ya de por sí era extraño, ¿Dónde estaba la policía? ¿O los gordos que iban a esa clase de locales de forma casi religiosa todos los días?... No solo la falta de algún ser humano por allí llamaba la atencion, pues, Ni siquiera el reloj de pared, que se encontraba marcando las 12 del mediodía, resonaba o hacía ruido alguno, mucho menos en las afueras de aquel restaurante. Tus ropas se ensuciaban un poco, producto del polvo que se encontraba encima de aquella mesa, y por suerte, no te manchaste tampoco con alguna de las salsas que allí se encontraban; aquel restaurante estaba completamente muerto, a duras penas, a lo lejos, el chillido de la corriente eléctrica, seguramente provocada por un corto, era lo que se encargaba de romper aquel silencio sepulcral. Las cajas registradoras, por muy extraño que parecieran, se encontraban en su sitio, sin haber Sido violentadas, mucho menos forzadas para abrirlas, y la barra del servicio, por dónde se servían tanto las bebidas como los helados, también se encontraban en buenas condiciones, en contraposicion del menú de la tienda, siendo lo único fuera de lugar, el hecho de que, desde los baños, se estaba formando un charco de agua que empezaba a dar hacia el lobby. El hedor a manteca, provocado por las frituras de pollos y papas, así como también la cocción de las carnes, aún se mantenian dentro del restaurante, probablemente no se usaban desde el día anterior, y habían dejado todo aquello mal lavado como para que siguiera hediendo de tal forma. El techo tenía unos cuantos paneles rotos, una clara violacion a los protocolos de seguridad, puesto que alguna rata o cualquier animal, podría colarse por ahí o caer encima de alguien, aunque, curiosamente, en el techo es donde se encontraba el sistema de sonido de la tienda, con unos cuantos altavoces dispersos por todo el techo, para cuando fuese el momento de colocar alguna canción durante algún cumpleaños, o para poder ayudar a llevar mejor el ambiente durante las jornadas laborales y durante las comidas.
El viento volvió a resoplar, meneando con suave y despacio el cartel de "Abierto", que tenía aquel lugar, así como sus cortinas, ayudando ello a ver qué, uno de los cristales superiores, se había fragmentado, producto de un fuerte impacto, probablemente una piedra o alguna paloma o pájaro que hubiese perdido el control. Hacia la cocina, más adentro de la tienda, un raro gotear comenzaba a sonar repentinamente, y algo pesado caia hacia el suelo, haciendo un tremendo estruendo que retumbaba hasta el lobby, dónde te encontrabas, y con ello, un corto, pero molesto chillido, fue expulsado a través de los altavoces de la tienda, seguido de una extraña estática, que apenas y se podía escuchar
Puede que no parezca mucho, o que no esté sucediendo nada, pero quiero ir llevando todo poco a poco, y que puedas explorar si gustas, sin apurarte ni nada de eso, al menos por el momento
>>59668
Yo también anon, tengo que volver a verla algún día, es una experiencia loca
>>59668
La mancha del guante rápidamente se iba, quedando en su lugar pegada encima de una de las mesas que allí se encontraban, dejándote, a cambio, algo de polvo en tus manos debido a la suciedad. No había herida alguna en tu cuerpo, no sentías daño alguno, e incluso lo comprobabas al momento en que tanteabas tu cuerpo, así que, sangre tuya, en teoría, no debía ser por puro descarte. Aquello frente a tus ojos era un desastre, sin lugar a dudas, alguna noche de borracheras tuviste el día anterior de seguro, y habías terminado en aquel lugar, pero, si era así, ¿Dónde estaban los dueños de la cafetería? ¿O los empleados? ¿O siquiera la policía, en vista de tales destrozos que habían?... Nada, completa soledad, solo el viento, una vela, y muchas preguntas en tu cabeza. Tus llamados no eran respondidos por nadie, solo el crujir de la madera bajo tus pies, era tu cómplice a la hora de responder, al igual que el tintineo de tus prendas a la hora de moverte por aquella cafetería.
Cuando te acercabas a la puerta, el viento se acrecentó, y soplo embravecido de la mismísima nada, solamente sacudiendo la persiana y el letrero de aquella cafetería, sin llegar a abrir por completo la puerta, y en lo poco que lograbas ver hacia afuera, todo estaba completamente blanco, solo viéndose la acera que estaba inmediatamente delante de ti, y un poco de carretera a 5 o 10 pasos más adelante... Después de allí, era un abismo blanco profundo, desde el cual, solo motas blancas de algodón, caían hacia la tierra. No había ningún auto por la calle, ninguna moto rugia, ni siquiera alguna persona con su perro, todo estaba completamente desértico.
De vuelta a la cafetería, te armaste de valor como pudiste, y, ayudado de aquella vela, pudiste ver mucho mejor aquel desastre que había por aquel lugar: Había una marca de sangre en la pared, específicamente, una media mano; en otra mesa, unas gotas de sangre, ya seca para aquellas alturas; un zapato se encontraba detrás de la barra, al igual que cristales rotos producto de botellas rotas o jarras a medio romper. La caja registradora tenía algunos cuantos golpes, más no había Sido saqueada aún al parecer, aunque habían allí varios casquillos de balas de pistola, al igual que una navaja clavada a un lado. Nada te impedía recoger aquello, puesto que, seguramente no le haría falta a más nadie de momento. Por suerte, los asaltantes no se llevaron una radio portátil, que se encontraba un poco más abajo de la caja registradora, junto con algunos papeles de facturas, o "pagarés" próximos.
La cocina se encontraba más oscura que la entrada de la cafetería, pero con la vela, te podías guiar mucho mejor a través de la misma. Un goteo resonaba por toda aquella oscuridad, así como unas cuantas bolsas siendo movidas, probablemente por roedores o tal clase de animales. La cocina se encontraba bastante sucia como para ser de una cafetería: Las neveras donde se guardaban los batidos, y otros productos, estaban bastante sucias, e incluso oxidadas, en algunos casos, por los costados, y no se hable del hedor que salía del lavaplatos, puesto que alguien había dejado remojando una gran cantidad de platos y ollas, llenando la tina de agua, y, en consecuencia, no cerrando lo suficientemente bien la llave, como para que está no quedase goteando, y en cualquier momento, se desbordase todo.
Pasando la cocina, se podía llegar hacia una salida de emergencia, bastante clara, debido a que era un minúsculo cuadrado blanco; así mismo, el almacén de la cafetería se encontraba abierto y a disposición de cualquiera, habiendo un par de cajas tiradas de camino hacia el susodicho almacén; la habitación donde se encontraba el dueño, estaba abierta de par en par, mientras que los baños, tanto de caballeros como de damas, se encontraban cerrados, contra todo pronóstico.