>>62848
Amanecia en la mansion de Roxanne. Todos los dias era el rutinario ciclo de siempre, aunque el dinero que le proporcionaba el gobierno era bastante, sin una lucha que librar o un objetivo por el que esforzarse.... El silencio era el que nunca faltaba, una calma inmensa, construida por las personas que faltaban en aquel gran hogar. Si hubiera habido una tormenta, las gotas hubieran echo eco al golpear en las tejas como tambores golpeando con ritmo, los rayos hubieran hecho alterarse a los animales que vivieran en las inmediacones. Si hubiera habido pajaros despiertos, hubieran deleitado a Roxanne con sus dulces y armoniosos cantos. Pero no había nada, la bruja se habia recluidoy se habia sumergido en las mas profunda miseria.
Roxanne camino hasta la sala y se sento en su sillón hecho de madera de sicomoro acolchado con terciopelo, frente a la chimenea, era invierno y siempre resultaba reconfortante sentarse frente al fuego para calentarse un poco antes de comenzar las actividades diarias. Los pocos sirvientes aun no se habian mostrado, puede que recien estuvieran alistandose para trabajar o hubieran madrugado para ir a la ciudad y comprar los viveres necesarios para la semana. Aunaue para este punto, era dificil adivinarlo, Roxanne habia pasado tanto tiempo merodando como un fantasma por toda la casa, que ya no distinguia los dias, y por ende, le era difícil saber lo que hacían sus trabajadores.
Paso cerca de media hora desde que se levanto para que uno de los sirvientes llamara a Roxanne a comer. Con pesadez, la heroina retirada camino hasta el comedor. Paso su aburrida mirada por la habiacion, era lo mismo de siempre, los viejos muebles de caoba barnizados y adornados con tallados de flores y figuras, la larga mesa que albergaba 12 sillas, aue pocas veces habian sido utilizadas por otra persona que no fuera ella, y quizas, alguno de sus trabajadores. Las paredes estaban adornadas con cuadros sin sentido, paisajes, retratos, obras que en un principio le habian parecido bonitos, pero que con el tiempo y la depresion, ya no le resultaban ni atractivos a la mirada, ni dignos de prestar la suficiente atencion para cambiarlos por otros nuevos. La puerta de la cocina se abrio y una chica vestida de sirvienta trajo el desayuno:Pechuga de pollo con una ensalada de lechuga, tomates rojos rebanados y algo de arroz, acompañado de una taza de cafe con la misma dosis de azucar que siempre pedia roxanne y un cuenco con almendras. Era la dieta que el nutriologo le habia dado cuando se unió a combatir el crimen y la habia mantenido asi para manener la figura, aunque el metabolismo comenzaba a fallarle, pero para este punto era todo lo mismo.
Uno de los sirvientes, inentando caminar con el sigilo de un gato, puede que para evitar romper el ya omnipresente silendio de la mansion o pede que para evitar tomar por sorpresa a la señora de la casa, se acerco con delicadeza y con una voz un tanto grave, suave, pero sobre todo moderada y condescendiente, le dijo a su señora que alguien estaba solicitando verla en persona. Una visita... Roxanne habia olvidado desde hacia cuanto no veia una visita, sus padres habian dejado de ir hace ya unos meses y solo se comunicaban por videollamadas. Sus viejos amigos eran el mismo caso. Por un momento breve y sin poder contenerse, el corazon de Roxanne albergo ansiedad, sus dedos de las manos se encogieron, su respiracion se altero y su corazon sintio una presion, que no haría mas que incrementarse al escuchar de quien se trataba
Me dice que es el señor Arnold Durant, su viejo mentor y maestro. Me ha enseñado su identificación de heroe certificada ¿Deberia dejarlo pasar?
Aquel viejo seguia vivo, a pesar de haber pasado ya 27 años desde ue dejron de verse y de no haber reciido ni una llamada suya despues de aquel incidente, el habia venido a visitar a Roxanne, como un fantasma del pasado que venia a torturarla por sus errores, por el esfuerzo desperdiciado en convertirse en heroina y por las personas a quienes les habia fallado. Instintivamente y de manera espontanea, los labios de la mujer se habian preparado para decir un "No". Como si toda su existencia se sintiera amenazada por la mera presencia de su viejo mentor, temiendo muy en el fondo que su aparicion rompiera la tranquilidad y monotonia a la que su mente, cuerpo y alma ya se habian acostumbrado y de la que, aunque ella se negara, no querian salir. Pero antes de que el sonido saliera de sus labios, el sirviente y la retirada justiciera escucharon el rechinido metalico que vino de una de las visagras doradas de la puerta del comedor, medio cuerpo de aquel hombre se asomaba, aunque el tiempo habia vuelto plateados y puros sus cabellos, aunque el tiempo no habia tenido clemencia y habia hecho pequeño lo que una vez fue grande, aunque las arrugas cubrian su rostro, Roxanne pudo distinguirlo, su viejo camarada, mentor, amigo y confidente, el famoso heroe "Cerbero", quien ya tenia 13 años de experiencia como heroe cuando te acepto como compañera para luchar contra el crimen
El hombre no media mas de 1.80 actualmente a pesar de que su altura superaba esa medida hace casi tres decadas, su peinado ya no se encontraba erizado hacia arriba, y en cambio estaba bastante mas corto y peinado como un medio flequillo hacia la derecha de su cabeza, tenia un bigote algo descuidado y frondoso, igualmente cano. Su rostro se miraba delgado, sus pomulos sobresalian mucho mas por la dalta de carne, su figura era delgada y se veia empequeñecida por la postura encorvada de la espalda, sus brazos median la mitad de lo que una vez fueron. Su ropa era informal, se habia presentado don ropa casual, un sueter negro y un pants gris. Aun asi sus ojos grises azulados parecian aun tener ese viejo destello, aquel que veias en la mirada de alguien con una conviccion firme y una confianza de acero.
El sirviente se acerco lentamente al viejo héroe y con un tono temeroso y a la vez intentando ser lo mas respetuoso que pudo le dijo
Señor Arnold, le he pedido que esperara en el recibidor, por favor ¿Podria retirarse unos momentos..?
Arnold lo interrumpio con un ademan y te miro con tristeza, su rostro parecio envejecer aun mas cuando arrugo su cara al formar una expresion entre desagrado y culpa, por un momento hubieras jurado que romperia a llorar.
Roxanne...
La voz grave, estridente y firme de Arnold lleno de sonido la sala, por un momento la vieja mansión parcio rejuvenecer, por un momento la ilusion de vida habia innundado el hogar, el slencio eterno se rompio como si la cas hubiese tomado una bocanada de aire puro. El viejo prosiguio sin delicadeza al hablar
Mira en lo que te has convertido. Ohhh mi querida Roxanne, mira lo que he hecho... si tan solo yo hubiese hecho un mejor trabajo, tu y yo no hubieramos tenido que retirarnos. No hubiesemos tenido que recurrir al olvido y el abandono de nuestras vidas para paliar el dolor de aquel día terrible...
El viejo agacho por unos instantes la cabeza y acaricio el tabique de su nariz.
Pero dejemos los lamentos, no he venido por eso. Sin embargo aunque quisiera, tampoco he venido a darte animos. Mas bien, he venido a pedir tu ayuda, se... que lo que paso hace algunos años pudo ser dificil para ti, pero necesito que me escuches ¿Podrías concederme ese favor?
Camino lentamente y se sento junto a Roxxane, h rpocedio a explicarse. El se habia retirado al igual que Roxanne y se habia recluido en un lugar remoto, sin embargo, uno de sus viejos compañeros dio con el para hacerle la misma petición. El héroe llamado "Rizox" habia descubierto un laboratorio ilegal de drogas, drogas inusuales, que no serfian para clamar, alterar la mente o el cuerpo, estos potenciaban los quirks de quien los consumia, pero poniendo en un grave riesgo al usuario. El habia pedido a Arnold que reuniera un grupo de heroes independientes, retirados y justicieros clandestinos para infiltrarse en el lugar
(1/2)