>>70210
<En Fallujah, Irak
Aún con todo y que se encontraba herida, aún con todo y le costaba caminar a completa velocidad, y aún con todo y que se encontraba en tal estado, la americana no se atrevía a recular, mucho menos bajar la guardia, y dejar la necedad a un lado. Cosa admirable y digna de un militar de alta categoría y calaña, pero que en aquel contexto, y en aquel entorno, no era más que una enorme piedra en el zapato de la Teniente, y que, más temprano que tarde, debía quitarse, o se iba a lastimar demasiado el pie
>Eka
"¡Si! ¡Me vas a escuchar, y me vas a escuchar muy bien! ¡Así tenga que meterme adentro de esa cabeza vacía tuya como sea!"
Por el calor del momento, incluso le dió varios toques en la sien y en la frente, acercándose bastante a ella, y quedándose lo suficientemente cerca como para que no pudiera quitarle los ojos de encima.
>Eka
"¡Si no quieres morir entonces usa esa misma testarudez que no te da la gana de dejar y usala contra los musulmanes, y no contra tus propios hombres! ¡De nada sirve que vayas al frente si eso significa que te van a volar la cabeza y te vas a morir delante de todo el mundo como un miserable perro con rabia! ¡¿Es que acaso es tan difícil de entender eso?!"
De solo pensar en que ser héroe para ella era correr hacia adelante, sin miedo a las balas ni nada, y que terminase muriendo miserablemente sin hacer absolutamente nada, le había hervir la sangre de sobremanera... Eso ya era estupidez crónica, eso no era heroísmo, era un auténtico deseo de muerte disfrazado, y eso no hacía nada más que causar que le apretase aún más fuerte, y le llegase incluso a sacudir
>Eka
"¡HAZ LAS COSAS BIEN SIGUIENDO VIVA Y DANDO BUENAS ORDENES, TUPOY AMERIKANETS! ¡DE NADA SIRVES MUERTA! ¡DE NADA SIRVE QUE TE CREAS INMORTAL, TE VUELEN LA CABEZA, Y DEJES UN ENORME DESASTRE-!"
De pronto se interrumpió, había escuchado algo que... Sencillamente no podía creer, y que causaba que la apretase aún más fuerte si cabía, eso ya era otra raya más para el tigre: Aquella rubia no era ningún militar... De hecho, buena parte de los hombres de BlackWater no eran militares, eran solamente soldados de juguete, eran hombres y mujeres que estaban jugando a ser militares, más no contaban con la experiencia, o entrenamiento necesario para serlo... Estaban, en el sentido más feo de la palabra, cuidando a meros niños en una zona de guerra, y ayudándolos a qué no fueran aniquilados despiadadamente.
>Eka
"Es que esto ya tiene que ser una broma... ¡ES QUE HAY QUE TENER DESCARO! ¡ES QUE NO HAY QUE CONOCER LA PENA! ¡NO ERES SIQUIERA MILITAR Y AUN ASI TE ATREVES A CUESTIONAR ORDENES DIRECTAS Y EN PONER EN PELIGRO A TUS HOMBRES Y A TODO EL PUÑETERO MUNDO!
¡CYKA BLYAT!"
Por poco, por mero respeto que aún le quedaba, por mero compon, y de puro milagro para no iniciar un confrontamiento, un fuerte y duro puño de parte suya impactaba era en la viga, a meros centímetros del rostro de Columbia, pues en los ojos de Eka, se veía esa viva llama de la ira que incendiaba todo su interior... Eso ya era demasiado, aún si fuera una militar hecha y derecha, podría llegar a colar su necedad típica de un americano, ¿Pero una mera cualquiera que ni siquiera había firmado parte de las filas del ejército, atreviéndose a imponerse sobre ella, y de paso, a no acatar sus órdenes?... Ya era demasiado, o era eso, o era directamente arrojarla al río... Aún con todo y que de los ojos de Columbia lágrimas bajaban, eso no eran suficiente para conmover a la teniente, y menos en un momento como ese, meras lágrimas no iban a arreglar lo que había hecho en el puente, mucho menos sus comportamientos. Meras lágrimas, y hacer como que la suerte no le acompañaba, no eran excusa ni mucho menos que Eka se iba a tragar
;_;. Aún así, la dejaba hablar por un momento, tenía que calmarse, tenía que respirar hondo, no podía dejar que los nervios se le fueran a la cabeza y nublasen su juicio; hacia un mero momento su juicio se nublo, y por poco le deja un moretón a la americana, no podía dejar que algo así pasase otra vez, o si no, su comandancia se iba a complicar más de lo necesario... Aún con todo y todo, aún no acababa, aún tenía que terminar de decirle sus verdades, y más aún ante esa insistencia en volver a su país en un ataúd.
>Eka
"Tu no quieres ser una heroína, tú quieres ser una mártir... Mártires hay demasiados sobre está tierra, y todos están 3 metros bajo tierra"
Eso fue lo último que le dijo, antes de empujarla y darse media vuelta, ya no había nada más que decirle: O si enseriaba, o ella pasaría a formar parte de aquel cuantioso números de bajas en toda aquella operación en Medio Oriente, ya quedaba a decisión de ella el que hacer de aquí en adelante, pero por parte de Eka, iba a seguir cumpliendo con su trabajo, e iba a seguir comandando como si nada hubiera pasado...
Aún así... Esa pesadilla tan solo había tomado un breve receso... Aquellos morenos eran imparables, aquellos morenos eran unos toros, aquellos morenos cargaban contra todos y cada uno de los americanos con tal facilidad que reventaban sus cabezas como si de meros juguetes se tratase... Las balas no les hacían nada, las bazucas a muy duras penas tenían un efecto más allá de causar que los musulmanes fueran aún más aguerridos en su cometido... Aquello ya era demasiado, aquello sencillamente ya no era nada terrenal, aquellos musulmanes no podían estar teniendolos en jaque, usando nada más sus manos desnudas, era imposible, sencillamente, era imposible... Pero... Ahí estaban los sesos, ahí estaban los cadáveres, y aquellas figuras negruzcas de los musulmanes, eran directamente sacadas de una pesadilla, de una muy horrible pesadilla...
>Eka
"¡C-Chyort!... ¡¿Q-Que son... Q-Que se supone que son estas cosas?!... Estos... E-Estos no pueden ser hombres"
Uno a uno, gritos de horror, voces que se callaban para siempre, y uno a uno iban cayendo masacrados los soldados americanos, y de a poco, el campo de batalla iba enmudeciendo paulatinamente debido a esto... El grito de horror de Columbia, aquel grito prima de puro y duro terror, y aquel desesperado ruego por auxilio, no eran más que un frío testamento de aquel horrible legado de los musulmanes en sus propias tierras... La reacción de Eka, al oír aquellas palabras, fue un puto actuar instintivo... El pin que servía como seguro para la granada, cayó al suelo, y antes de que siquiera pudiera pensar, pero si reaccionar, mando a volar aquella granada directo hacia aquel musulmán que tenía a Columbia como Rehén... Aún después de que le había enviado a qué muriera sola si tanto lo deseaba... Aquel grito y aquel ruego frío de auxilio, era algo que no podía ignorar tan sencillo...
Una fuerte explosión destrozó el cuerpo del musulmán, y los ojos de la teniente se abrían de par en par, pues, esa era la abertura, esa era la solución a aquellos fuertes y duros problemas que tenían al frente...
>Eka
"¡CLAYMORES! ¡GRANADAS! ¡EXPLOSIVOS! ¡YA!"
Aprovechando aquel instante en que los musulmanes se quedaban absortos por la muerte de uno de sus compañeros, otra granada salió volando directamente hacia estos, acompañándole también varias granadas más procedentes del resto de la unidad Acorazada. Contra toda lógica, Eka disparo directo hacia los musulmanes, pues, un más que improvisado plan se formó en su cabeza: Si las granadas eran la solución, había que comprar el suficiente tiempo como para que pudieran explotar y mandar al infierno a aquellos seres... ¿Y como lo iba a lograr?... Fácil:
>Eka
"¡A LA CABEZA Y A LOS OJOS! ¡A LA CABEZA Y A LOS OJOS! ¡ATRAIGANLOS HACIA LAS MINAS, HACIA LAS CLAYMORES, Y HACIA LOS EXPLOSIVOS!"
Llamar la atención de estos, distrayendolos en esquivar las balas, y comprar suficiente tiempo como para que las granadas estallasen... O en caso contrario, llevarles directo hacia las trampas de C4, y a las claymores que se habían logrado colocar... Sin embargo, Algo más quedaba: Columbia
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>Eka
"¡AMERICANA! ¡AGUANTA!"
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