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<En algún lugar.
Mierda cierto que Vestal tiene su versión META... Considerando el lore de las META, me da cierto pesar
Los flashes de las cámaras no se detenían en ningún segundo, y la turba de periodistas, hambrientos de material y de primicia alguna, no paraban de soltar cualquier clase de pregunta al aire, ya fuera sumamente estúpida o algo que fuera al caso, causando con ello tal contaminación sónica que, en poco tiempo, solamente se entendía y escuchaba bullicio sin pies ni cabeza, puras voces yendo y viniendo sin ningún lugar de procedencia o destino, más allá del que fuera atendido correctamente. Apenas volvía a tomar la palabra Yumeko, las voces cesaban, y en su lugar micrófonos, teléfonos, e incluso cassetteras, cualquier cosa que pudiera tomar audio, se alzaba como podía entre toda aquella marejada de electrónicos, siendo, sin embargo, tales respuesta dirigidas precisamente hacia la pequeña reportera austriaca, haciendo especial enfasis y mención, en una colección especializada en la República Federal Alemana, de la cual Austria, era actualmente un protectorado, por no decir provincia o estado asimilado. Una noticia como esa era oro puro a los ojos y oídos de más de uno en tierras nacionales, y escuchar tal cosa de la mano de Deutsche Welle, y Der Spiegel ese mismo día, vaya que traería bastante repercusión en tierras patrias, y vaya que llamaría la atención de la parte militar connacional.
Aún a pesar de todo aquello, y de los reporteros que querían tener su pedazo de primicia, Warspite, haciendo las respectivas veces de guardaespaldas, empezó a mover a toda aquella marejada de periodistas, cuyas manos y brazos se movían por los aires, a la espera de alguna otra declaración o pregunta que, al final del día, no sería respondida. Aún con todo aquel montón de gente rara siendo alejada para abrir paso, unos cuantos se hacían también presentes en todo el camino, prácticamente listos también para ser atravesados o mandados a volar en el peor de los casos, más sin embargo, tomaban aquella situación con aires más... Formales, relajados, por decirlo de alguna bonita manera, y no como perspicaces o temerarios... Temeraria, tal vez, era la.palabra que definía de buenas a primeras aquella pequeña albina que ni decía ni A, y a quien Elizabeth, de inmediato, como pantera cazadora, se abalanzaba con garras y dientes, pues a su diosa se le respetaba, se le postraba si era necesario, o incluso se le arrodillaba y se le pedían disculpas por atreverse a mirarle a los ojos sin permiso.
La mocosa no respondió, pues, su vista se clavó en Elizabeth, sin miedo, sin apuros, sin parpadear, sin moverse siquiera, y sin abrir demasiado los ojos, o cerrarlos demasiado, solo... Expectancia...
>William
"Perdone usted, pues la pequeña no puede hablar muy bien, y suele tener alguno que otro problema a la hora de tratar con gente nueva. No se preocupe"
Únicamente cuando decía eso, era que la albina se atrevía a moverse de dónde estaba, e incluso a girar su cuerpo de medio lado, pero aún su vista estaba clavada en la reina... Una rarita en toda regla, de seguro ni salía a tocar pasto, o de seguro le estaba viendo de arriba a abajo, juzgandola en silencio... Más sin embargo, aquella nueva transformación hacia el estado "Base", inevitablemente tomaba positivamente la atención de aquel rubio, quien incluso llegaba a presionar su dedo pulgar derecho, contra su labio inferior, en contraposición de su acompañante más veterano, quien en su lugar, más bien acomodaba sus lentes.
>William
"¿Metal líquido, puede ser? ¿Una composición de gundamio y acero líquido?... ¿O tal vez mercurio líquido solidificado mediante aumento de calor en la temperatura del reactor?..."
Numerosas teorías se le escapaban entre sus labios para explicar aquel fenómeno, cual niñato curioso examinando como un avión o un helicóptero podían volar, o como un enorme navio de guerra podía flotar, más la respuesta, tal vez era más complicada de lo que parecía... Siempre dicen: Una mujer tiene sus secretos, y el funcionamiento real y completo de las METAs, era algo específico de Yumeko, tras años de investigación.
>Joseph
"Joseph Klauss, profesor en la Universidad Nacional de Frankfurt, mención especial en Tecnología aeroespacial y dinámica"
>William
"Puede dirigirse a mi solo como William, si a si lo desea, el nombramiento tan largo de mi apellido, suele ser un tanto... Aparatoso a la hora de tratos más formales... Von Stauffenberg"
Ese apellido... Probablemente solo sonaba de alguien de hacia muchos muchos años atrás como el cabecilla de la Operación Valquiria: El coronel Claus Von Stauffenberg, antaño noble, y posteriormente ejecutado y revocada toda su familia de sus privilegios de sangre azul, pero eso había sucedido mucho, muchísimo tiempo atrás, tanto como para que a fechas de hoy, tal familia no fuera demasiado relevante... Y otro Stauffenberg, si acaso, resonaba de... ¿Hace al menos 30? ¿40 años atrás?... Y aún así, no era demasiado importante, era de seguro algún raro charlatán, o un científico de escritorio, nada más, si es que acaso existía, claro estaba.
>William
"No se preocupe, estimada, entiendo perfectamente el por qué de sus reservas respecto a esta clase de temas. No todo el mundo posee el poder adquisitivo como para poder poseer una de estas piezas que fueron confeccionadas y manufacturados por sus capaces manos, y de poseerlo, muy probablemente no sean con todas las buenas intenciones con las que algún común compra un par de botas de salida, un teléfono celular, o un nuevo televisor"
Solamente dió un pequeño paso hacia adelante, llevándose la mano hacia el centro del torso, pero con una amplia sonrisa que fácilmente podría ser el anuncio de un comercial de Colgate. En su rostro, fácil se podía leer que estaba dispuesto a dar una buena suma en caso de ser necesario, pues, no escondía lo maravillado que estaba, y menos como miraba de arriba a abajo a las invenciones de Yumeko...
Aunque... Había algo... Llamativo en su mirada, pues... No era una mirada de lobo detectando todos los puntos de sus presas, no era esa misma mirada con la que un millonario lujurioso calculaba el valor de la War Woman que quería utilizar para sus propios fines, en su lugar... Sus puntos de interés y de vista, estaban más en los propios aditamentos de las META: Sus armas, fisionomía, el propio líquido que les hacía cambiar de forma completamente, quedando completamente de lado la propia apariencia física de las allí encontradas.
>William
"Lo que necesito, es llevar a cabo una operación de intercambio monetario, por un par de sus piezas de ingeniería, y, la mente, ingenio, y lógica detrás de todo el funcionamiento de sus piezas, cosas que no se pueden conseguir simplemente en un catálogo de internet, ni mucho menos mediante una transacción detrás de una pantalla, señorita... ¿Cainhurst, si le puedo llamar así?... Pues llamarle Yumeko, suena muy informal".
De vuelta, otra sonrisa, pero está vez su vista se dirigía a Yumeko por completo, la mera mención de millones o billones, no parecía sacudir en lo absoluto a aquel rubio delante suyo, pero si que causaban que su acompañante abriera un tanto los ojos. La albina, aún así, se mantenía prácticamente estática, sin dar muestras ni cambio de actitud.
Sé que debo mantenerme apegado al guión y a los cosos de los personajes, pero diosmio santísimo dejar ir a Shinano me es imposible
Con la señal de parte de parte de Yumeko, el rubio y su acompañante intercambiaron miradas, siendo el primero sumamente relajado en todo momento, mientras que el segundo, asentía con la cabeza debido a esto. No obstante, la albina le agarraba de la ropa por un momento, aún con la mirada clavada en aquellas 3 META, desconfiada como obviamente, pero solo con un pequeño ademán del rubio, le iba soltando de a poco.
>William
"En caso de ser necesario, prefiero que me acompañen. En caso contrario, iré solamente yo, pues, Discusiones asi, es mejor que tengan pocos oyentes, ¿No?"