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No hay marcha atrás, a este punto las opciones que su mazo baraja son escapar o morir bajo una lluvia de plomo, cualquiera le viene de anillo al dedo. Por supuesto no midió de antemano los escasos escrúpulos de su adversaria, tan pronto manifestó sus demandas, la doctora melanie descarto toda vía diplomática a través del altavoz. En sus palabras se evidenciaban las nulas posibilidades de que esto resultará a su favor; demostrando un pobre interés en salvaguardar la vida de su personal, un personal que representaba su unica moneda de cambio en dicha negociación...
"¿CRE-CREEN QUE B-B-B-BROMEO?" El chasquido metalico de los grilletes delataban sus muñecas saturadas en nervios, era la viva imagen de un gatito gruñendole a un tigre "¡Di-Diablos y-y-y centellas!" Es el insulto más fuerte en su vocabulario, no la culpen. Sus esposas recularon, encontrando un tope en la blandosa tráquea de la doctora, donde las púas inferiores del cepo medieval magreaban superficialmente el cuello. A una insignificante y letal pulgada de que las paredes de la habitación sufrieran una remodelacion de puro rojo puso sobre la mesa una simple y mera duda:
"¿N-No te im-importa?" Pregunto, desilusionada, al altavoz "Es una per-persona ¿no t-te importa si vive o muere?" La mortifera presión en la yugular de la doctora fue paulatinamente cediendo, a un punto donde hasta brown se sortearia de dicha trampa agachandose "Es una v-vida, ¿no vale nada para ti?" Insistió, con la doctora únicamente atrapada por los holgados brazos de la poseída en sus hombros, sin posibilidad alguna de huir quería que al menos le entrará en la cabeza como esa tal melania podía guardar tan poco aprecio por la vida humana.
¿Qué tal si brown y mortimer tenían hijos? ¿Niños perderían padres por el mero capricho de una poseída y una doctora malhumorada?
>Brown
<Cariño, tú no quieres lastimarme, ¿verdad que no? Uhg… S- Solo estás asustada, sí, suéltame y podremos seguir siendo amigas.
Sus ojos naufragaron en el suelo, aceptando la derrota. Tal vez la doctora melania la conocía más de lo que ella pensaba, tal vez ella sabía que no le haría daño para empezar.
"Yo no q-quiero hacerle daño a nadie, so-solo quiero irme..."
Irme... ¿irme a dónde...? ¿con quien? ¿a que lugar? Nadie la espera ahí fuera, lo poco con lo que cuenta es con un par de pseudocientificos que sueñan con emplearla de conejillo de indias. Lo más cercano a familia dentro y fuera de esas cuatro paredes es la tortuosa hambre... Su visita es regular y puntual, es poco exigente, siempre inclinándose por el mismo caníbal apetito.
De tantas otras veces, el hambre se atornillo en sus papilas gustativas con una fuerza hipnótica. Su olfato pincho desodorante y perfume por igual, llegando al palpitante cutis de la doctora. Sus labios dejaron asomar una baboseante hilera de cuchillas. En ese intimó ósculo entre el hambre y faith, capto cada insignificante pormenor en brown, su delicioso corazón impulsaba temeroso sangre a cada rincón del cuerpo, de pies a cabeza, de la femoral a la yugular, expulsando un aroma delicioso mediante sudor. Su nariz cosquilleaba y sus tripas retorcian, se sentía una chiquilla frente al jugoso pavo navideño.
<SOLO UN MORDISCO. ARRANCALE LA OREJA.
(¿De-Deberia? ¿N-No le va a doler?)
Pregunta de pura cortesía, tal y como cuando das las gracias previo a comer. La realidad es que su brújula moral era cegada por su hambriento estómago.
<SOLO UN MORDISCO. MUERDE SU CUELLO.
(Si... Debería... De todas formas a nadie le importa la doctora. A nadie le importo yo...)
Con mirada perdida sus dientes apuntaron al cuello de brown, de un mordisco pudo sanjar todo impulso, dejar que su último rastro de humanidad muriera junto con la doctora. Obstante, no pudo evitar que el contacto visual entre ella y brown le mostrarán el grotesco monstruo en el que empeñaba en convertirse, verla ahogada en miedo sacaron a flote recuerdos que no quería volver a revivir, memorias de la noche que la condenó a ella y a su familia...
>mortimer
<F- Faith, la doctora Melanie ya ha… ha dado la negativa para el exorcismo… Por favor, deja a la doctora Brown en paz, déjanos ayudarte. No eres un monstruo, nada de lo que ha pasado es tu culpa.
Una segunda mirada a la sala le mostró que mortimer no era ajeno al sentimiento, él permanecía tan asustado como la doctora. Y pese a ese pavor... él seguía empeñado en ayudarla.
A este punto las palabras sobran, puso en alto los brazos y rebobino unos pasos, dejando libre a brown.
Lo que dijera o dejara de decir poco importaba, con este intento de secuestro garantizaba de todo menos su libertad, ya podía verse sometida a interminables sesiones de calvario exorcista. Si dependiera de ella, eligiria morir de una bendita vez.
En un callejón sin salida opto por bajar los brazos, dar media vuelta y refugiarse en unos de los rincones de la oficina, hundiendo la cara entre las piernas.
Por lo menos no todo era un asco en su vida, quedaba un lugar donde ningún doctor, demonio o cura llegaría: su lugar feliz. Ese escondite en el que te recluyes de la realidad, algunos lo interpretan con hobbies, otros con roleo en línea, descartando toda opción física, faith opto por la vía imaginaria. En el interior de su subconsciente nadie la puede atacar, ningún demonio puede ahogarla en hambre.
Es en su templo mental donde es socorrida de todo mal ¿o no...?
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Cerros los ojos y en ese mismo rincón dejo volar su imaginación, aterrizando en la tierra de sueños y dulces de mantequilla de mani. En sus dominios puede ahogar sus penas, poner velas y rendir respetos a su padre, a su madre y a su hermanito. Es en donde come dulces hasta llenarse y pato a la naranja hasta reventar, donde llora hasta desahogarse y ríe a carcajadas con los vagos recuerdos que guarda de Tom y Jerry
Un campo inocuo y virgen donde respira el aire fresco que su nariz tanto añora, un edén imaginativo donde sigue sin verse como un completo adefesio.
Seguro sea arrancada a la realidad cuando algún guardia le dé un porrazo o el doctor mortimer la despierte, en tanto, es amo y señor de un paraíso personal... ¿cierto...?
Particularmente, esta vez, la larga mesa de banquetes añadío una silla en el extremo opuesto de la mesa. Una que no sumo por sí sola ni que era capaz de descartar por más gimnasia mental que efectuará.
¿Era para un invitado...?
Pensé en una escena para interactuar apropiadamente con el demonio/hambre, aún así tienes la última palabra OPcin kek