Me comentaron que todavia habia cupo, de ser el caso, ¿me puedo unir?
>>15218
>Nombre
Claus Guth
>Edad
343 años
>Raza
Valhell, antiguamente humano.
>Clase
Nigromante, antiguamente tecno ingeniero
>Facción
Ninguna.
>Historia
Claus era el cientifico en jefe de Metroidvania antes de su colapso a manos del virus de la cruz. Huérfano de guerra, fue criado por goblins a pesar del estigma social que esto acarreaba. A pesar de crecer en un ambiente hostil gracias al acoso constante que sufría por sus origenes cómo humano, crecio apreciando la cultura de los goblins, ogros y onis a los cuales veía cómo pueblos nobles, visión influenciada en parte a la amorosa crianza que le ofrecieron sus padres adoptivos, y en parte a las condiciones a las que se enfrentaban los habitantes el recién creado reino, que en aquel entonces eran francamente pauperrimas comparadas con lo que seria en el futuro.
Fue educado por Urug Zandur, un Valhell, que antes de revivir fue un orco pionero de la ciencia medicinal en el entente de Arkaia, con el cual formo un vinculo cercano gracias al rechazo que ambos sufrian en aquella sociedad ya de por si conformada por rechazados. Con el obtuvo conocimientos únicos para la época que pronto le permitirían laborar de medico y ayudar a la gente de reino.
A través de los años se fue ganando el aprecio de los locales gracias a su incansable labor sanitaria, ofreciendo sus servicios de medico a toda raza que lo necesitase, salvando incontables vidas con su conocimiento. Fuese un oni que se rompió un colmillo en una pelea en el bar o un ogro padeciendo de dolores de espalda por trabajar mucho, Claus siempre procuro estar ahí para ayudarles.
Se hizo de tan grande fama, que cuando la esposa del presidente cayo en un severo coma diabetico, el fue la primera persona a quien se acudió. Usando uno de sus tratamientos experimentales que consistia de liquido de pancreas de cerdo infundido con una mezcla de hojas de arboles de Yahig y Tarod logro, casi de manera milagrosa, despertar a la primera dama de Metroidvania. Esto le gano el puesto de medico en jefe del Instituto Cientifico de Metroidvania, que pronto subiria a científico en jefe, uno de los puestos técnicos más importantes del reino.
Los avances científicos de Guth le dieron a la republica de Metroidvania una ventaja considerable frente a otros reinos, que carecían de medicina efectiva, especialmente en los frentes de guerra.
Pero esta nueva posición volvió a Claus un hombre pasivo, flojo. Aquel medico que iba de casa en casa para ayudar al pueblo ya no existía, reemplazado por un burocrata glorificado que firmaba papeles en el instituto de vez en cuando, creando medicamentos solo cuando lo veía especialmente lucrativo para el reino... Y para si mismo.
Cuando noticias del virus de la cruz empezaron a llegar al instituto, Guth no se lo tomo en serio, descartandolo cómo un caso de psicosis en masa. Tomo medidas a medias, los puso en cuarentena y les dijo a sus familiares que cuidaran de ellos hasta que estuvieran mejor, cosa que, sin saberlo, empeoraria la situación de manera considerable. No fue sino hasta que su amigo y antiguo mentor, Urug, tuvo que ser abatido y posteriormente ejecutado tras despedazar sin motivo alguno a su vecina, que decidio empezar a investigar el caso a profundidad.
En efecto, no solo era un virus y no un caso de psicosis, era algo cómo nunca había visto antes. Eran virus... ¿hechizados? se comportaban de manera similar a la rabia, pero con un patrón indudablemente mágico. Las cruces en sus caras, el tiempo que podían permanecer vivos sin estar pegados a una celula, la velocidad en la que se replicaban... Estaba convencido de que alguna deidad estuvo involucrada en su creación.
Pasaron días, que luego fueron semanas, que luego fueron meses, y lo que Guth pensaba que seria un caso fácil que podría resolver pronto para empezar la producción de curas, se volvió un infierno sin solución. Mientras el tiempo pasaba, el virus empeoraba, la plebada se volvía más agresiva, tanto por el virus cómo por la falta de recursos, y la republica quedaba más y más debilitada.
Guth tuvo el privilegio de quedarse resguardado en el palacio central de la Republica de Metroidvania, amurallado y muy bien protegido, con las ultimas 2000 personas de la republica defendiéndose de los infectados. Guth fue perdiendo la esperanza, sentía que sus esfuerzos y los de sus camaradas eran inutiles... Y lo eran. Este virus no era biológico, sino divino. No importaba cuantos anticuerpos lograran replicar, de cuantas maneras los intentara matar, el virus destrozaba toda cura y para añadirle sal a la herida replicaba su información genetica en todo lo que tocaba. Era una causa perdida, y se negaban a reconocerlo.
Y finalmente, las murallas de rompieron...
Los cruzados entraron al palacio, despedazando todo lo que se encontraban a su paso. Primero fueron los guardias, luego los hombres defendiendo a sus familias, y luego las madres y sus hijos. Claus no pudo hacer nada excepto encerrarse en su laboratorio con su equipo de 30 cientificos, que en un ultimo esfuerzo consultaron cualquier libro, cualquier texto, para encontrar una cura. No encontraron nada.
Pactaron su suicidio, dejando en este mundo solo notas patéticas acerca de lo mucho que lamentaban. Los suertudos se dispararon con armas defectuosas, otros bebieron ácidos y venenos potentes que les causaron rápidas, pero agonizantes muertes, y los más desesperados se rompieron la cabeza contra la pared. Todos se mataron, excepto Claus, que espero a morir de inanición. En el fondo sentía que el era el que más merecía morir, quizá, quizá si hubiese actuado más rápido, si se hubiese tomado la amenaza en serio, la republica hubiese sobrevivido. Acepto la aplastante soledad cómo castigo por su ineptitud, y espero la muerte...
A las puertas de la muerte, mareado y adolorido por la desnutrición, tuvo un sueño. Un sueño donde la republica prosperaba, donde los ogros, vallhels, humanos y onis trabajaban juntos, donde Metroidvania se establecía imperante, cómo el hegemon del mundo.
Entonces, una voz le llamo...
CLAUS
TODO ESTO PUEDE SER TUYO
PERO HABRAS DE SER MIO
SE MI SOLDADO
Y ABSOLVERE A TU GENTE DE TODO PECADO
DE ESTA ENFERMEDAD
DE ESTE SUFRIMIENTO
SE MIO
Cómo prisionero encadenado, acepte el trato.
Al señor demonio cómo mi único amo.
Ahora, sus palabras son mis ordenes...
¿Cual es su petición? Deidad de deidades
>Equipamiento
Guadaña