>>25213
Esto lo tuve que postear ayer, más el sueño me gano, pero, acá está. Probablemente no sea la última vez que Lambda y Omega estén en un mismo lugar, ni en PreLore, ni en actualidad kek
<En alguna parte del Mar Mediterráneo, cercana a las costas itálicas...
>Hace 19 años atrás... creo
El viento y la mar se encontraban calmas aquel día, el sol se posaba en todo lo alto del cielo sin ningún tipo de oposición, fuera de persona o nube alguna, derramando su luz, su calor, u sus rayos por sobre toda aquella tierra. Los peces y demás animales silvestres, iban y venían sin descanso, agitados y temerosos ante los movimientos del buque carguero que se encontraba surcando aquellas aguas con fines comerciales... Su origen, era el canal de Panamá, con una carga sin aparente importancia, como eran artículos electrónicos hechos en La Unión, que necesitaban del paso por el canal, con el beneplácito de sus nuevos propietarios: Los Kaibiles, guerreros que, hacia ya un tiempo atrás, habían retomado el país centroamericano de las manos marxistas guerrilleras... Si esto repercutiría para bien, o para mal, en el pueblo panameño, quedaba aún a discusión...
Además del cargamento común que aquel buque tenía, no obstante, se encontraban también ciertos refugiados panameños, que habían logrado colarse adentro del buque como polizontes, con el único y mero fin de encontrar pastos más verdes en Europa, y, entre todos estos refugiados, se encontraban 2 personas características: Una de ellas, había Sido una de las artífices bajo el cual, el cartel, así como también la guerrilla, había Sido sorprendida por uno de sus frentes, desmoronándose, y provocando con ello la rápida avanzada kaibil hacia la Ciudad de Panamá, con apenas oposición. La otra, había Sido una antigua guerrillera cercana a la comandante Lucian Chávez, peleando a su vez también en los últimos y desesperados intentos del M-19 para continuar con el control de la ciudad centroamericana, llegándose al punto en que se emplearon las artes oscuras, y la utilización de un demonio eldrico, para tal fin, trayendo consigo la destrucción de buena parte de la Ciudad, y sin poder impedirse la caída guerrillera... Esta mujer, había salido a duras penas con vida de Panamá, tras un brutal enfrentamiento con
el viejo cachondo uno de los principales líderes Kaibiles, enfrentamiento que, por poco, le cuesta la vida, habiendo Sido intercambiada por la de su fiel compañero alado... Omega y Lambda, eran los nombres a las que estás 2 habían respondido hacía tiempo atrás, tras caer desde los cielos, y ser interceptadas por la Guerrilla; Olga y Liliana, respondían tras la acogida marxista, y tras pasar a formar parte de las filas del M-19...
Entre las bodegas del buque, se construyeron habitaciones improvisadas para que los refugiados pudieran convivir, dormir, y poder pasar el rato durante el largo éxodo por el Atlántico, y, en una de estas habitaciones, Liliana se encontraba aún descansando, después de la brutal acometida contra el Kaibil. Su cuerpo aun se encontraba recuperándose de los golpes, y alguno que otro hueso roto, así como el inevitable shock que poco después sobrevino ante aquella rápida y casi increíble derrota... Sus ropas se encontraban limpias y pulcras, como si no hubiera sucedido nada, como si todo hubiera Sido solamente un sueño, ningún día había pasado desde la última vez que cambió sus ropas con el fin de lavarlas... Cualquier mancha de sangre, sudor, polvo, o tierra, no existia, ni había existido aparentemente. Las manos de la Ex Guerrillera y Anti-Rain, se encontraban pulcras de igual forma, aunque ligeramente sus uñas se encontraban largas, y su cabello, se encontraba buen peinado y acondicionado... La autora de todo esto, había Sido nadie más ni nadie menos que Olga, cuya condición, si que distaba considerablemente de su compañera: Sus dedos habían formado algunos cayos, sus manos se encontraban polvorientas, y sus guantes ya estaban empezando a romperse; su ropa se encontraba considerablemente descuidada, al punto en que algunas prendas suyas, como su bufanda, y una de sus medias, no las había encontrado más nunca, por no mencionar que sus rodillas se encontraban algo magulladas, y si camisa se encontraba polvorienta, y con el suficiente buen ojo, incluso podría llegarse a ver alguna leve mancha de pólvora... Su cabello se encontraba más corto de lo común, producto de esta cortandolo con un cuchillo de caza, dejándo su corte de cabello, evidentemente descuadrado, y sin acomodar correctamente...
Olga había fungido como enfermera provisoria de Liliana desde la entrega de esta, por parte de los kaibiles, en las cercanías del Canal de Panamá, mientras aún se encontraba de reposo, y ante la más que evidente incertidumbre, acerca de si algún día despertaría, después de tan brutal castigo causado por el comandante Kaibil... No obstante, las heridas físicas, siempre van a sanar, conforme haya correcto cuidado de las mismas, más las heridas emocionales, son las más profundas, complicadas, y casi siempre, las más difíciles de sanar...
Aquel soleado día, Liliana finalmente abrió los ojos después de tanto tiempo. Los abrió, lento, poco a poco, con los párpados pesados tras un largo tiempo sin que estos tuvieran movimientos... Su primera visión fue borrosa, una especie de techo extraño metálico, adornado con algo de madera, y mientras se hacía más clara la imagen frente a si misma, alcanzo a observar una especie de ventana que daba hacia un amplio espectro azulejo, en dónde un ave posaba tranquilamente, tras un largo vuelo.
>Liliana
"...¿Jean?..."
Su mano se extendió ligeramente en dirección hacia aquella ave, y allí pudo observar, no solo el hecho de que se encontraba totalmente vendada, si no que además, el propio movimiento de su mano, le provocaba considerable cansancio, en conjunto con una punzante sensación por todo el cuerpo... Una punzante, y, al mismo tiempo, familiar sensación.
>Liliana
"¡Cgh! ¡A-Agh! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ghh!"
Con el dolor de su brazo y su cuerpo, apretó instintivamente su mano, causándole, con ello, que la punzada se dirigiera, y acomodara, en toda su muñeca y la punta de sus dedos, hasta que, tras devolver su mano hacia su posición original, el dolor cesó casi por completo...
>Liliana
"¿Dónde...? ¿Que...? ¿Olga? ¿Comandante?... ¿Que es esto? ¿Dónde estoy?... ¿Q-Que...? ¡¿Que me pasó?!... ¡O-Olga! ¡Olga! ¡¿Dónde estoy?! ¡¿Dónde están los Manes esos (Kaibiles)?!"
En medio del dramático desconocimiento de la situación, la Ex Guerrillera empezó a mover la cabeza en todas direcciones, viendo a ver en dónde se encontraba, sin poder identificar nada de lo que allí se encontraba... Poco a poco, el pánico empezó a reinar, y su voz empezó a hacerse más fuerte, al escucharse varios pasos afuera.
>Liliana
"¡Olga! ¡Olga! ¡Marica no me deje sola! ¡OLGA APAREZCA! ¡OLGA! ¡¿Acaso me morí?! ¡Me quiero mover! ¡Me quiero mover!"
La puerta se abrió de par en par, encontrándose allí a quien tanto llamaba, en el umbral de la puerta...
>Liliana
"¡OLGA! ¡MALPARIDA! ¡DEJE DE ASUSTARME ASI! ¡Casi me da un mal!"
Su alivio, se hizo más que notable, al sonreír de oreja a oreja al poder ver a su compañera, quien, con la mirada algo perdida, pero sonriéndole levemente, entraba en la habitación, en completo silencio, tan solo sentándose delante de la cama de la herida Ex Guerrillera
>Liliana
"¡Marica ayúdeme a levantar! ¡Por favor! ¡¿Dónde hijueputas estamo-?!"
>Olga
"Ush marica... Ud si ladra más que un hijueputa perro nojodas... Puro escándalo"
Su tono era... Extraño en aquel momento, no era aquel mismo tono ligeramente regañon o mandon que habitaba a tener, se oía... Extraña...
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>Olga
"Mire, relaje las tetas, que está más vuelta Monda que un carro bomba..."
Liliana tan solo se le quedó mirando con los ojos abiertos de par en par... Algo raro estaba pasando, pero, no le estaba gustando demasiado...
(1/?)
Cuando llegue continuo