>>95622
Rider
—
Tampoco estoy disponible en este mismo momento — decía la respuesta, que tardaría menos en llegar al teléfono de Charlotte que Paulina a donde yacía Julie —.
Creí que lo correcto sería avisar con tiempo. Esta noche me parece bien, suerte con lo suyo.
Perdida a suficiente distancia de la ciudad y carretera para que solo aquellos que estuviesen igual de perdidos o volaran por encima de ella pudiesen verla sin buscarla estaba Julie, inmóvil en una posición que para una persona real sería imposible o como mínimo incómoda y con su ropa más dañada que su cuerpo. Como no se podía ser demasiado precavida, unos pájaros de cristal bajaron a picotear el cuerpo y los alrededores como harían los buitres con un cadáver, tratando de detonar explosivos plantados o trampas mágicas que pudiese haber en el área antes de que empezara el rescate como tal. Paulina no tendría más problemas para cargar a la maniquí, ni tampoco para transportarla, puesto que recientemente habían recibido las sotanas que les servirían para moverse de un punto a otro de la ciudad sin ser detectadas.
Devolverle el Mana a la joya de Julie tardaría menos que recuperar la energía de la propia Rider, con una sola crema y una hora de descanso la modelo estaría de nuevo operativa y tan sana como siempre, en cambio la modista requeriría tres horas de descanso en su forma espiritual para estar a tope.
Enterrar todas las macetas en distintos puntos de Herbstbaum del Norte era otra de las tareas que requeriría poco tiempo, al igual que la creación de cremas para el huevo de Fabergé, aún así le tomaría una hora a cada una de las maniquíes asignadas a las distintas tareas.
Rider Mana: 200/2000
Dolly Mana: 740/1000
Kostya
El poco tiempo que tuvieron entre el choque del auto y la aparición del enemigo les fue apenas suficiente para confirmar con más detalle lo que ya sabían; el conductor no presentaba heridas notables en cualquier parte del cuerpo, ni producto del choque ni de cualquier otro ataque previo, sin embargo era el único inconsciente del grupo. No descubrieron la causa de su inconsciencia, solo lograron checar su pulso antes de que la hechicera enviara a sus armaduras contra ellas.
—
Tal vez vine a hacer solo eso — respondió, sin admitir o negar lo que la Master asumía —.
La información es valiosa. Es bueno conocer lo que puede hacer tu enemigo antes de enfrentarlo, me sería útil para no utilizar más fuerza o recursos de los que sean absolutamente necesarios para eliminarla. — Una risa tanto repentina como genuina brotó de la hechicera ante la respuesta de Kostya, era el tipo de carcajada que rompía con la imagen recatada que mantenía antes —
¿No confundió subestimar con sobreestimar o sí? No, debí ser yo la que se equivocó. De todas formas me tomó por sorpresa.
Algo que podría dar validez a la declaración de la hechicera enemiga ocurrió inmediatamente después del intercambio de palabras, pues otra vez ella y sus armaduras serían tomadas por sorpresa cuando Alexandra, la más nueva del grupo, bloqueara con exactitud un ataque dirigido a Tama, repeliendo con la pared espontánea el corte de la espada y entorpeciendo los movimientos tanto de la armadura que la empuñaba como de la otra que le seguía de cerca con el mismo objetivo. El segundo tajo sin embargo sería más efectivo, golpeando el cuerpo de Tama con mayor precisión, pero con menos fuerza, al verse esta mermada por la capa de crisálida invernal recién aplicada sobre Tama.
Su lado no se quedaría a la defensiva, y obviamente responderían a la ofensiva de sus adversarios de la misma forma, solo que repartiendo sus ataques en partes iguales entre las dos armaduras que conformaban la vanguardia, enfocándose en los inesperadamente duros collares en torno a sus hombros y cuellos, que no se dejarían romper con facilidad, necesitando las maniquíes de más de dos cortes para destruir los eslabones de una parte y hacer que el collar colgara de un solo lado antes de que la armadura la ajustara manualmente.
Siguiendo el ejemplo de sus dos compañeras del frente, la tercera armadura arrojaría una daga, pequeña pero certera, al centro de masa de Tama, que ya estaba siendo agobiada por ataques. El proyectil punzocortante se enterraría firmemente en el torso de Tama, como dardo en una diana, haría falta una fuerza considerable para poder desencajarlo. No contento con un solo ataque, la misma armadura lanzaría otra daga, que rozaría el cabello de Tama y se clavaría en el tronco más cercano, del cual una mano la retiraría para luego enterrarla en la espalda de Tama.
Con ojos aún cerrados, el conductor que creían desmayado desenterraría la daga de la espalda de Tama y la blandiría contra la líder del grupo. Detrás de las tres armaduras que la protegían, la hechicera vería todo, la sonrisa y el brillo de su ojos ya ausentes.
—
Supongo que confirmó que estaba vivo luego del choque — dijo la hechicera, con humor serio —.
Si no, se lo confirmo yo. Ese hombre sigue vivo. Puede tratar de salvarlo o matarlo usted misma, está en sus manos. Todo lo que le pase a ese hombre y a cualquier miembro de su familia es culpa de usted y de nadie más, señorita Morozova. Dejaré que sea usted quien los lleve a la ruina, directa o indirectamente.
Sin recibir orden alguna, la armadura del collar torcido cambiaría de lugar con la que arrojaba las dagas, intercambiando también sus papeles, una protegiendo a la hechicera enemiga y la otra atacando de frente a las maniquíes. Con cuatro enemigos al frente y uno atrás, el campo empezaba a nivelarse en cuanto a números.
Antes de que decidiera su siguiente movimiento, y mucho después de que concretara su hechizo de crisálida invernal, Kostya sintió otra vez una especie de fatiga con la que estaba familiarizada, similar a la de usar demasiado Mana en un período de tiempo muy corto, el mismo tipo de esfuerzo que en ocasiones podía hacerla perder la consciencia. Era antinatural, porque no había forma de que hubiese gastado tanta energía en su hechizo ni tampoco antes cuando controlaba a su Familiar.
Al mismo tiempo que notó la fatiga, notó también que su enemiga no había apartado sus ojos bicolor de ella desde que se había presentado.
—
La hechicería es muy diferente en el lugar del que provengo. Hasta los elementos que ustedes conocen los interpretamos de manera distinta. ¿Eran fuego, agua, viento, tierra, éter, vacío y números imaginarios? No conocía el concepto hasta que llegué aquí. Si ha pasado suficiente tiempo con Rider debería entender que tan grande es la diferencia entre un hechicero moderno y uno real.
1d100+20 = 58 1d100+10 = 16
1d100+10 = 25 1d100+10 = 52
1d100+10 = 27 1d100+10 = 23
1d100+20 = 22 1d100+20 = 95
1d100+20 = 38 1d100+20 = 105
HP: 390/400
Mana: 125/200
Fabergé Mana: 490/800
Alexandra HP: 290/300[Expand Post]
Alexandra Mana: 575/600
Tama Mana: 175/200
Tama HP: 80/100
Zeke HP: 115/125
Esmeralda Mana: 175/200
Esmeralda HP: 140/150
Odile Mana: 175/200
Odile HP: 190/200
Loucille HP: 190/200
Puedes usar el huevo, gastará 400 Mana. Ya que fuiste quien introdujo el huevo, deberías decir lo que hace, aunque vaya en contra de lo que haya implicado yo antes.