Jotaro Kujo siempre había sido un tipo duro. Había crecido luchando contra los usuarios de Stand y salvando el mundo, así que cuando sintió algo extraño por una chica, no supo muy bien qué hacer. Esa chica era Haruhi Suzumiya, la chica excéntrica y misteriosa que había arrasado en su escuela.
Todo comenzó un día cuando Jotaro y sus amigos Yusuke Urameshi, Josuke Higashikata y Giorno Giovanna estaban pasando el rato en la sala de juegos. Notaron a Haruhi sentada sola, leyendo un libro. La habían visto en la escuela, pero siempre parecía reservada para sí misma.
Jotaro, que nunca fue de los que hablan de cosas triviales, se acercó a ella y le dijo: "Oye, eres Haruhi, ¿verdad?".
Haruhi levantó la vista, sorprendida de que Jotaro se dirigiera a ella. "Sí, esa soy yo", dijo.
"Soy Jotaro Kujo", dijo, ofreciéndole la mano. "¿Te importa si te acompañamos?"
Haruhi dudó por un momento, pero luego sonrió y dijo: "Claro, ¿por qué no?"
Mientras se sentaban y hablaban, Jotaro se sintió atraído por el agudo ingenio y la perspectiva única del mundo de Haruhi. Era diferente a cualquiera que hubiera conocido, y no podía evitar sentirse intrigado por ella.
Durante las próximas semanas, comenzaron a salir más y más. Jotaro se encontraría con Haruhi después de la escuela e irían a la sala de juegos o tomarían algo para comer. Hablarían de todo, desde sus personajes de manga favoritos como Rias Gremory y Hatsune Mini hasta los misterios del universo.
Jotaro pronto se encontró enamorándose de Haruhi, pero tenía demasiado miedo de decírselo. No quería arruinar lo que tenían, y no estaba seguro si ella sentía lo mismo.
Un día, estaban sentados en la azotea de su escuela, viendo la puesta de sol. Jotaro estaba perdido en sus pensamientos cuando Haruhi de repente se volvió hacia él y le dijo: "Jotaro, hay algo que quería decirte".
El corazón de Jotaro se aceleró mientras esperaba que ella continuara.
"Realmente me gustas, Jotaro," dijo ella, sus ojos fijos en los de él.
Jotaro no podía creer lo que estaba escuchando. Nunca esperó que Haruhi se sintiera de la misma manera.
"A mí también me gustas, Haruhi", dijo, finalmente bajando la guardia.
Se inclinaron y compartieron su primer beso mientras el sol se ponía detrás de ellos.
A partir de ese momento, Jotaro y Haruhi fueron inseparables. Caminaban juntos a la escuela, se tomaban de la mano debajo del escritorio durante la clase y pasaban horas hablando por teléfono por la noche.
Su amor se puso a prueba cuando Jotaro tuvo que luchar contra un poderoso usuario de Stand que amenazaba a su ciudad.
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