He aquí un mantra de filosofía Bagdelyana: Lo anómalo, repetido al hartazgo, tiende a lo normal. Lo anómalo sólo cobra sentido si es excepcional. Un beso escapa de lo usual. Que la decidan almorzar y no viceversa es muy abnormal.
Sus pupilas se encogen. Besos, abrazos, poética, nada de nada empata a ser ingerido por tu amado. En un nulo interín para fruncir los labios y recapacitar sobre las artes besatorias de su pangolin de miel, es que su cabeza resbala en succión al vacío, su tráquea y nuca son enclaustrados en una generosa turgencia cutánea.
"Voilá"
De ojos risueños se priva de parpadear, no quiere perderse un segundo del tipo de apex biológico que Él Barón proponga confeccionar para consumirle.
"U-Un-Uno S-S---"
Su memento mori le roba el aliento, eufórica se ve incapaz de inmortalizar unas últimas palabras. Cumpliría uno de sus sueños humedos más sucios y primitivos: Conformar parte de Él, perpetrar el acto de amor máximo. Ofrendar cuerpo y alma a su amado.
Al final todo queda en el terreno de una fetichista fantasía vorefilica, la cuenca que Él Barón orea no prosigue a tragarla, ni masticarla, mucho menos digerirla. Todo en lo que funge es en camuflar las palabrerias de Él y amortiguar las respuestas de la terapeuta.
"Ejjemm"
Se aclaro la garganta en la herrumbre atmosférica del semidios.
"Estas es la parte donde me almuerzas, perpetuamos nuestro amor eterno y, y..." Enarco una ceja "¿y me estas haciendo ley del hielo?"
Respuesta corta: cy No. Respuesta larga: Ella era una interferencia activa entre emisor y receptor, lo óptimo es apartar de la charla para adultos a la proto-Jane austen y sus disparates de que el amor todo lo puede. En efecto, todo lo puede, menos ser participe de esa charla.
Se amilana cautiva de su misántropa hábitat, de pómulo al pegajoso cedimento termina destinandole grano a grano su atención al cavernoso fondo de la gruta. Trenzado, no, no, arremolinado. Ribeteado con vetas carnosas y picturas café, caoba y una alhaja de enebro verdín sobreponiendose de las variantes de rojos. Una pesadilla cronenbergesca de violacion mental y horror corporal. Un delirio barroco de mil pliegues que relucia con la intensidad de una noche ciega, un orgánico adalid que parece obligarla a morderse el labio inferior, le es inevitable pensar que debajo de todos esos mantos de cuero, nervio, musculo y forrados evolutivos infitecimales, Él en el fondo enfrasca un ser sensible y racional.
<Él Barón
>Pero a mi encarnación, se me concedió esta extraña pieza. ¡COMpRende su funcionamiento, aún desconocido para mi, esposa glotona!
"..."
Se abstuvo de protestar, de veritas lo intento.
>Esposa glotona
"....."
>glotona
"Lo volvería a hacer y.. no no, sabes que, disfrutaría inculpando al catering otras mil veces, duermo como un bebé pensando en todos esos invitados que nunca serán siquiera capaces de imaginar ese glaseado de ricota alemana o la harina de huesos con la que hornearon el bizcocho ¿hueles eso, mi amor? ¿lo hueles? Yo si, por que si comí de ESE pastel"
Ensancho una sonrisa de proporciones perversas, un septenio mas tarde sigue sin sentir el más mínimo remordimiento al respecto. Pura y prepotente glotonería.
No se desvía lo suficiente para apartar el inusual órgano batenksiano de la ecuacion, esgrima ojos afilados que atenazan su magra atención a la pieza de arte abstracto.
"Una.. ¿una célula?"
Cuchicheo. Inducción en oposición a la deducción.
"Sentimientos"[Expand Post]
No descartado del todo, lo ontológico es diariamente típicado y personificado en cuanto sobrepasa el dintel del más allá.
"Umm, ¿me estas distrayendo y no significa nada de nada, me equivoco?"
Remitiendose a la beligerante óptica del masallineo, que considera todo lo hogareña una partida de ajedrez 5D, no le sería de extrañar que esta fuera otra treta para ganar tiempo con Delgado. Empuja con sus manos las orillas tóraxicas expulsando su cabeza al fresco exterior, se aparta el flequillo de los ojos y vuelve a retomar asiento sobre él y no dentro de él.
"QUÉ"
Su visión apunta a la psicóloga y un segundo después al semidios.
"Me fui.." desplegó los cincos dedos, los enumero como niña de kinder, indignada "¡cinco benditos segundos!"
Y parece que fue tiempo de sobra para que alguien le perforara el tímpano a la doctora. Batenkaitos, con la agilidad de un sátiro, saltea olímpicamente el tema, abordando otra surrealista crónica titulada: Bagateotus. Hay seres que se hallan condenados a saborear únicamente el veneno de las cosas, seres para quienes toda sorpresa es dolorosa y toda experiencia una nueva tortura. Bagateotus, de famélica cuna, cuyo destino fue herrado en la adversidad, no se esperaba gran cosa de él fuera de ser descartado por segunda vez a las tripas de Desesperación. El típico pie a un monomito del héroe de las mil caras, de tragicómico prólogo, aventurado clímax y moraleja epigrafe sobre por qué juzgar un libro por su portada no está bien, que debemos dar la otra mejilla, comer verduras y blablabla.
<Delgado
>No creo que eso haya sucedido jamás.
"Él será puerco, sexy, mentiroso, axiomatico, señor feudal, homicida crónico, cinefilo de los pretenciosos y misántropo... pero jamás un mentiroso, nunca del todo"
Todo cae por su propio peso.
"¿La niña- no, aguarda" Cavilo, replanteando la pregunta "¿Le digusta que su vida infiera en su propósito?" Cerro la mano y serrucho el aire con un cuchillito imaginario "De la misma forma que una hoja de repente es usada de cuchara. Antinatural"
Su mirada se ablando en él y su órgano configurandose a sentido horario. La noción de la doctora no es del todo inverosímil, puede empatizar con ese malestar por que lo experimenta muy a diario, pretender lidiar con sentimientos para los que no fuiste hecho, usarte y moldearte, domeñar tu ego, un flagelo de 24/7 a tu personalidad. Desafortunadamente todo diagnóstico era desestimado por él, erigiendose en un inexpugnable bastión de redobles, réplicas y retrucos que repele cualquier aspiración de entendimiento y conquista. Un fuego que consume todo intento de aproximación.
Y, eh ahí, justo donde muerde la psicóloga, cauterizando sus indecisas evasivas al exhibir los conductuales predicamentos del masallineo, desde su parafraseo inicial hasta sus hipotéticos afanes al pisar el consultorio. Cada acción de él fue un versículo dentro del ensayo de ella, leyéndolo alto y claro.
La pareja navega el laberinto a su manera. La ama de casa se joroba, encorvandose al frente con un puño descansandole en la barbilla, interesada en ver el desenlace de todo aquello. Él, en cambio, superpone la familiar pluriformidad tentaculear por sobre la cilíndrica y esbelta de minutos atrás, ensamblando ángulos y curvas donde antes se imprimian esquinas y rudas texturas, de un bruto bloque de piedra a un mecanismo bien engrasado. A bagdeleyne le encantaría afirmar que traduce ese test de Rorscharch ambulante, que interpreta con claridad meridiana y matemática los secretos que disfraza trás la simetría de sus formas, como un augur que lee el futuro en las entrañas de un animal sacrificado. Sin embargo, después de siete años, sigue siendo una completa iletrada en la materia, hasta hoy no le daba más crédito a su organismo que la extrapolacion de (enojado) y (relajado) a mamíferos y geometrías.
Al parecer no está sola en su ignorancia, Delgado recopila unas observaciones finales y corta de raíz toda protesta ante la alarma digital de un reloj de escritorio. No.. no puede hacerle eso.. ¡estaba a punto de entender por qué diablos la arrastraron a ese consultorio! ¿para qué diablos divagaron por 1h40m? Si fuera Desesperación amenazaria a todos a punta de arma blanca para que retomen sus asientos y se queden otras seis horas hasta que Él empiece a hablar de sus sentimientos o la doctora lo oblige a ello en una cuasi-redada de rehenes.
Al final los tres concuerdan civilizadamente una sesión próxima.
<Delgado
>¿Están de acuerdo en continuar la próxima semana? Idearé de inmediato un plan de visitas.
"¿El lunes?"
Volteo y le busco la mirada a él barón para cersiorar de que este disponible en su agenda.
"El lunes"
Decidió una vez le confirmara.
Aquello no aminoro su ácida expresión de camino al auto, la terapeuta la dejó insatisfecha, con mil preguntas y ni una sola respuesta. No sabe que pensar de la situación y mucho menos de su esposo. Todo es ambiguo y contradictorio, de acciones a hechos, de pensamientos a reflexiones.
Con molestia tira de la manija del automóvil aparcado y toma asiento de copiloto, se cruza de brazos y queda por un buen tramo de viaje en silencio.
>Él
<¿¡Qué obtuviMOS de todo eso!? Los psicólogos son uno de los males fundamentales de este mundo.
"Lo dices por que nunca has tratado con un rejodido abogado, los psicólogos son inofensivos, a lo máximo que pueden mandarte es al diccionario para que averigües que putas fue lo que quisieron decir"
Recuerda tres años atras, el señor lawyer le prometió sacarla impune del hotel barras de hierro. Una promesa delirante y de adujos peliaguados, el desfile de testigos que profesaban en su contra era interminable, como una profecion de penitentes en semana santa, y, para colmo, todas las pruebas presentadas la declaraban co-autora material del hecho, un sello de garantia para una sentencia perpetua. Y él... el reverindisimo estupido, penso que... Bueno, que si se cambiaba de bando ganarían por default a lo risk. Y colorin y colorado,
limpio playas todo el verano.
(Puto lawyer)
♡♡♡♡♡♡♡♡
Sus múltiples llamados disipa resentimientos pasados, ladeando su mirada con el primer nombre y girando la cabeza con el segundo.
"Cuchurrumin. Él. Amorsito. Du'later"
Se hincó de hombros, cerro los ojos y alzo las palmas con los dedos replegados. Recito uno a uno los epítetos designados por el tiempo, el último, siendo mas bien un término olvidado por el uso, un juego de palabras ingeniado por Desesperación a inicios de su camaderia, según la pronunciación manejada puede ser 'adulate' o 'duel date'. Una suerte de piropo o recordatorio. Eso o pura pereza por recordar nomenclaturas vernáculas del más allá. Ya no lo recuerda bien.
"No requiero honestidad, ni razones ni consentimiento, significas más para mi que un másallíneo o un él, puedo llamar por su nombre a lalazelium, a fawcett, a Delgado ¿a ti? No, no eres uno del monton, eres mi amorsito"
Se justifico empleando nula congruencia, puro palabrerio sentimentaloide, incompatible con la racionalidad estricta por la que el másallíneo registra y rige sus pensamientos.
Sobre los humanos no puede decir gran cosa, citando la metodología de Delgado, esta un 50% segura que desea abrirlos en canal, encordar un violín con sus tripas y ponerlos a tocar cháchara. Al otro 50% le asquea y mortifica la idea, simpatiza con ellos y sus costumbres. Una tolerancia que año con año ha progresado a un moderado aprecio por la especie que pone ley y orden en un lugar tan ajetreado y hostil al que se esfuerza por llamar hogar.
Los colores del semáforo se suceden con ritmo metronómico, un verde para avanzar, un rojo que ordena detenerse, un amarillo de incertidumbre. Ciñendose a las normas de tránsito él frena, aguarda y acelera, hundiendo el pedal literal y figurativamente con una pregunta para la que Bagdeleyne no consigue respuesta. No en el inmediato.
<Él Barón
>Lo que dijo esa humana, ¿tiene sentido?. ¿Yo te amo?
¿El amor se puede poner en palabras? Lo que es aún peor ¿puede validarlo palabras ajenas? ¿Darle coherencia?
"El camino del guerrero es encontrar un camino a la muerte; o eso solía pensar" Puso un dedo en alto, oteandolo con ojo crítico "Y ni te atrevas a tomarlo literal, estoy hablando figurativamente" Ya se esperaba alguna aclimatacion orgánica en respuesta de su cuchurrumin.
"Lo que quiero decir es-
Sus ojos terminaron coincidiendo con el retrovisor, donde recordó a lalazel