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<Abigail Weston (Hora: 1:02 PM. Fecha: Sábado 10, Marzo, año 1973)
HP: 100/100
Energía: 70/70
Hambre: 20/20 - Sed: 20/20
>Fuerza: 2
>Agilidad: 3
>Resistencia: 2
>Suerte: 1
-Bolsillos 0/4
Suburbio Norte o Sur Escoge zona residencial
Tu abuelo yace en su sillón, es evidente que es el suyo porque es de aspecto tan huraño como él, compartiendo dueño y objeto hasta el aroma a monedas viejas. Al pasar por el pasillo central, ese que conecta con prácticamente todos los lados de la planta baja de tu casa, la curiosidad te lleva detenerte antes de abrir la puerta y ojear en dirección a la sala, a la caja boba, extrañada de no oír los típicos disparos de sus series de vaquero o de policías, donde el capitán le dice al teniente: “¿Lo ves, McCain? El crimen nunca paga”
Más asombroso resulta descubrir que tu abuelo esté mirando un documental. ¿Él, qué tiene una lucha encarnada contra el conocimiento? A tu madre ya le costó hacerle aceptar que la Tierra gira alrededor del Sol, ¿cómo es posible que ahora esté consumiendo información novedosa por voluntad propia?
La escabrosa posibilidad de que esté muerto con los ojos abiertos te lleva a acercarte. Él vuelve la cara en tu dirección. ¡Vive!
Josh: Abby, ¿eres tú?
Se lo confirmas, o podría dispararte con el revólver que guarda bajo el cojín. Tu abuela lleva años intentando que se deshaga de ese armatoste.
Josh: Estás más enana cada día, niña. Ven y aprende de la historia de tu país.
Miras el reloj de pared. Las clases son a las 2 PM, todavía tienes tiempo antes de partir a cimentar tu camino a Nueva York, la capital de los artistas del mundo. Como dicen en Stepford:
Un paso a la vez.
Encaras el televisor durante un minuto y ahora entiendes qué pasa, es uno de esos documentales idealistas, donde se resalta lo bueno, lo bonito, y lo bello. Para un patriota que peleó contra Hitler en el día D, es como caramelo audiovisual (En realidad no hay pruebas de que Hitler estuviese en la playa aquel día, pero Josh asegura haber visto a un alemán de bigote extraño tras desembarcar).
Y así empieza un nuevo capítulo en la gloriosa historia de nuestra nación…
El narrador expone los sucesos con un típico tono ceremonioso, a la par que en la pantalla se siguen imágenes de edificios altos, montañas, militares besando a sus novias, y familias nucleares disfrutando de un picnic (Mamá, papá, niño, niña, perro, todos muy rubios, hasta el perro).
Josh: Cuando los hombres eran hombres. Los muchachos de ahora parecen mujer.
Pues si viera a tu guapísimo profesor de la escuela comunitaria… No, Abigail, no. Está mal pensar así de Robín, él no se merece tal trato, es tan amable, tan atento, tan
alma libre, además es 10 años mayor que tú. Más te vale ahogar esas ideas raras y superarlo. Ya no eres una chica al inicio de la preparatoria, eres una chica a mitad de la preparatoria, específicamente en décimo grado, alguien que aspira convertirse en pintora de fama mundial, para eso necesitas mínimo graduarte y de paso un diploma en artes, en afán de no quedar como una paleta de pueblo cuando llegues a la gran manzana (Fue la condición que te pusieron tus padres). ¿Te calmaste…? ¿Superaste esas ideas raras...? Bien, puedes continuar.
Aquí vemos al señor mandatario saludando a la multitud…
El documental sigue. No aparece la cara de Kennedy, tampoco el del actual presidente: Dean, el que sale es Eisenhower. Ya te imaginas lo viejo del programa.
Ahora como es tradición, procederá alimentar al lincolnaut.
Un primer plano de la cara petra de Lincoln, severa, con su alto sobrero y un agujero casi imperceptible entre los labios. La cámara se aleja, dando espacio suficiente en la caja para el cuerpo y el trono. El presidente necesita de una grúa y de una plataforma para ser levantado hasta el rostro del monumento, lo bastante cerca para meter una delgada manguerita entre los labios de la estatua y alimentar al nuevo lincolnaut, aunque nadie puede asegurar que realmente esté comiendo. Eisenhower da media vuelta y levanta los brazos, sonriendo, oyes como aplaude la multitud. Los próximos días sería el conserje quien se encargue del ritual, pero eso a nadie parece importarle.
Para una niña liberal y de buenos modales como tú, seguro que una tradición como la de los lincolnauts te gana una expresión de desagrado. Es verdad que ser el hombre más poderoso del mundo no es lo mismo que ser un panadero, ¿pero qué derecho tiene un jefe de gobierno para escoger a una persona (Nunca se revela la identidad, pero puede ser cualquier ciudadano americano) y encerrarlo en un monumento hasta que venga el próximo jefe de jefes? Según la constitución, el presidente tiene todo el derecho del mundo. Pero eso no significa que lo aceptes, y realmente esperas la llegada de un mandatario que cambie las cosas para bien. Tu abuelo por otro lado ni se inmuta, para Josh todo eso es lo normal.
En fin, demasiada política, ese no es tu área, tú te mueves es entre pinceles y estelas de color. Tomas tu bicicleta (Querías un coche, pero por tu estatura no alcanzas el acelerador ni el freno) y sales al verde patio, a un precioso día de sol. Los niños juegas, los hombres limpian sus recién comprados coches que usaran para ir a trabajar, las amas de casas sacan a airar pasteles recién sacados del horno. Todos están de acuerdo en que el paisaje dice:
Dios bendiga a América. Pero nadie se percata que Dios está al revés.
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…
Espero disfrutes de este primer turno. Te toca elegir a donde tu mona irá, no necesariamente tiene que ser la escuela comunitaria (Sale como COM en el mapa), puedes trazar tu propio camino.