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>Nombre
Pelayo Toribio
>Edad
24
>Historia
Pelayo desde temprana edad gracias a que a diferencia de los Humanos raza Mediterránea superior, era más corto de estatura por ser una asquerosa obra del bestialismo con hadas de una manera horrorosamente realista
No a la manera de koku (una Casta Sucia), termino trabajando en las minas. Pasadillos oscuros, angostos y claustrofóbicos, algo que hasta para su liviano cuerpo podía ser peligroso. Por algunos años estuvo trabajando en las minas, Vio morir muchos canarios y encontrar mucho Cobalto, pero para su fortuna sobrevivió cada derrumbe y ruptura de gas de las minas. Él juntaba dinero para lograr poder conseguirse una vida un poco más decente, una que no tuviera que arriesgarse la vida tanto trabajando por 2 Maravedíes de poca monta al año, pero en una de las tantas noches que volvía de las minas para su chiquero llamado “casa” (que literalmente era un chiquero de una iglesia abandonada) fue capturado por unos Esclavistas.
Pelayo no perdía la esperanza, él era un fiel y gran creyente de las palabras del señor, aguantándose todo martirio, se mantuvo con voluntad por días solo comiendo Avena rancia. Entonces un día fue vendido y comprado, por un Noble, pero no un gran conde nobiliario de esos conocidos con grandes castillos, sirvientes, guerreros y tierras, sino que un Noble de unos terrenos fronterizos sin valor, con tierras muertas y sin minerales en el subterráneo, en definitiva un don nadie con un poco de capital. Este lo había comprado para que Pelayo cumpla la importante tarea de... Ser el bufón de él, pero no un Bufón cualquiera, sino que el Bufón del cagadero real, ¿qué era esto? El noble (ahora su dueño), no podia hacer del dos sin un espectáculo, sin reírse (porque tiene un cero problema de Atención), así que, Pelayo tenía que hacerle reír mientras este defecaba.... al menos era un trabajo sencillo.
Había perdido todos sus ahorros, todo lo que habia trabajado por años, rompiéndose el lomo, había sido en vano, pero al menos ahora tenía algo que antes nunca tuvo, y esto era, una cama, un techo sin goteras, Avena no rancia y agua potable, no era tan malo, solo le había costado, su libertad y a su sueño, ya que ahora como esclavo, no tenía salario, aunque siempre se robaba alguna moneda que encontraba tirada y la escondía en su colchón, empezando sus ahorros desde 0.
Su vida ahora se resumía en hacer cagar a su dueño (en sentido literal), y como tenía tiempo libre entre baño y baño, se metía de escondidas a la biblioteca de su Amo, como esté Noble tenía cabeza de chorlito, nunca entraba a la Biblioteca, solo la tenía para aparentar, así que Pelayo con sus 3 neuronas levemente funcionales, y su única habilidad de lectura que tenía (ya que leía la biblia), empezó a investigar sobre la Magia, más específicamente de sanación.
Sus lujos no duraron mucho porque su Amo termino apostándolo a él y otros esclavos, a un Caballero de la casa asturiana, uno de estos tipos con esquizofrenia paranoide o algo así, que se creían los Héroes, una sensación en mi trasero me decía que esto iba a terminar mal, así que juntando mis escasos ahorros y escondiéndolos en mis ropajes, fui entregado a mi nuevo amo. Ahora era Pelayo el escudero de un asturiano, y de un segundo para el otro, nos enmarcamos en un Barco hacia Musulmalandia, a ser violados o eso tenía entendido que hacían con las cabras y cualquier cosa que no se tapara todo el cuerpo completo con una túnica. Todo termino catastróficamente mal, porque unas lindas enfermedades casi 100% mortales como la tos y un catarro nos asediaron, por suerte yo sobreviví por mi poderoso sistema inmune forjado por Avena rancia y vivir con cerdos en un chiquero con goteras, pero no fue el caso de los 4 Caballeros.
Ahora solo éramos yo, 4 escuderos y Pancho, ¿que nos aguardara en esta tierra de herejes y arenosos coge cabras?, sinceramente no sabía, pero esperaba sobrevivir para abrir una panadería.
>Raza
Lameloide "Casta sucia"